lunes, 19 de diciembre de 2016

Desmonetización de la Economía


Emilio Spósito Contreras

“DESMONETIZACIÓN” DE LA ECONOMÍA
Y SERVIDUMBRE

Midas: –Perdóname, padre Leneo; he faltado;
pero compadécete, te lo suplico,
y aparta de mí este azote del oro.
Publio Ovidio Nasón, Las metamorfosis, XI, 85-145.

Desmonetización: Proceso de caída relativa
de la cantidad de dinero en circulación.
http://www.bcv.org.ve/c1/abceconomico.asp

I

De la mano de la división del trabajo y el desarrollo tecnológico, la humanidad aumentó la producción y acumulación de bienes. Con ello, durante el paleolítico, se desarrolló el comercio, primero con base en el trueque, y luego en el dinero.
Durante milenios, el intercambio de bienes no conoció la moneda. Los incas, por ejemplo, nunca usaron de ella.
En algún momento, el trueque se realizó con base en un patrón de valor fijo. Ello, evidentemente, simplificó el comercio y lo extendió a gran cantidad de comunidades y personas hasta entonces marginadas.
Entre todos los bienes transados, sin duda los metales fueron los más importantes. Seguramente el referido patrón de valor fijo se refirió a los metales, lo que determinó la invención de la moneda (s. VII a. C.).
Los autores indican que las primeras acuñaciones tuvieron motivos propagandísticos: “La efigie de un soberano o el símbolo de una ciudad (el búho de Atenas, por ejemplo) grabados en una moneda certificaban no sólo la pureza del metal con que estaba hecha, sino también la gloria de su emisor” (Cameron, Rondo, Historia económica mundial: Desde el paleolítico hasta el presente. Traducción de Mercedes Bengoechea, Consuelo Gallego y Nellie Manzo de Zúñiga. Alianza, 2ª edición. Madrid 1989, p. 61).
En el principio la moneda, en tanto hecha de oro, plata o bronce, fue de aceptación universal: libremente convertible.
Con la aparición del papel-moneda, el elemento “prestigio” del emisor es más que necesaria.
En la Antigüedad, los griegos destacaron como mercaderes. No es de extrañar que fueran precisamente los griegos, quienes generalizaran el uso de las monedas. El comercio, de alguna manera es el fermento de la civilización.

II

El desarrollo económico determinó la evolución de la conciencia: “El tener su suministro de víveres más asegurado (…) introdujo un elemento de estabilidad psicológica, además de física, en sus relaciones personales y sociales. La base entera de su existencia se alteró radicalmente, con consecuencias que nos afectan todavía en el siglo XX” (Cameron, Rondo, Historia económica mundial…, p. 47).
A propósito de la moneda, es de resaltar el valor simbólico de la misma: la moneda representa la riqueza, así como la seguridad física y espiritual proyectada hacia el futuro, que la riqueza trae aneja.
De allí su importancia, más allá de su significado real: “Dinero (…), en sentido jurídico, eran los billetes y monedas emitidos por el Banco Central de Venezuela y que sirven como medio para extinguir una obligación pecuniaria” (Rodner S., James-Otis, El dinero: La inflación y las deudas de valor. Editorial Arte. Caracas 1995, p. 220).
Por extensión, el valor simbólico del dinero, para bien o para mal, alcanza a los emisores del mismo. “La actividad económica depende de la fe y la confianza. Y al ser la moneda el símbolo de la fortaleza del aparato económico y de la integridad nacional, la inflación es en primer lugar el resultado de la pérdida de confianza de la población en la capacidad de su dirigencia para mantener dicha integridad. Es una falta de fe en el símbolo utilizado para medir y valorar los logros de la sociedad” (Capriles, Axel M., El complejo del dinero. El Nacional, 2ª edición. Caracas 2012, p. 112).

III

En tiempos del emperador Diocleciano (s. III d. C.), fundador del “Dominado”, en vez del uso de dinero, los impuestos se pagaron en especie, y aunque tal medida y otras muy radicales rindieron frutos al principio, terminaron perjudicando el comercio, uno de los principales pilares del Imperio.
Por su parte los chinos, fueron los primeros en usar papel-moneda, y no estuvieron exentos de sufrir ciclos de inflación y colapso monetario. Pero a diferencia del moderno “Occidente”, las ventajas del mercado chino de entonces se limitaron a unos pocos privilegiados, pues la gran mayoría de la población, por ser excesivamente pobre, estuvo excluida del comercio y su acción benéfica.
Hace apenas unas décadas, ante la debilidad del Estado y la falta de emisión de dinero, los particulares acuñaron monedas (fichas de hacienda) y los bancos billetes.
En nuestro tiempo, la pérdida de valor del dinero o inflación de los precios, ha sido uno de los grandes fantasmas de las economías estatales (hiperinflación de la República de Weimar, o de los países latinoamericanos durante la década de los 80), lo que produjo doctrinas económicas como el monetarismo (Friedman) y la creencia de que el simple control de la expansión monetaria, puede reducir la inflación.

Recapitulando lo dicho hasta ahora:
A. La libertad del hombre ha sido potenciada por el desarrollo del comercio.
B. El comercio está directamente relacionado al uso del dinero.
C. El dinero, sobre todo el dinero en papel o papel-moneda, depende del prestigio del emisor.
D. La pérdida de valor de la moneda, es “resultado de la pérdida de confianza de la población en la capacidad de su dirigencia” (Capriles).
E. Un colapso monetario afecta el comercio y, en definitiva, la libertad del hombre.

IV

El 14 de diciembre de 2016, en Venezuela se sacó de circulación gran parte del papel-moneda, en lo que se dio en llamar: la “desmonetización del billete de 100 bolívares” (Decreto de la Presidencia de la República número 2.589, publicado en Gaceta Oficial Extraordinaria número 6.275 del 11 de diciembre de 2016). Durante pocos días se redujo drásticamente la masa monetaria del país, sin contar con los billetes que repondrían la cantidad de dinero circulante extraída de la economía.
Aunque las razones del experimento aún no son muy claras, oficialmente se enmarcó en la supuesta lucha contra grupos delictivos ubicados más allá de las fronteras que cambiaban el bolívar a una tasa atractiva, a fin de extraer el dinero del país y provocar artificialmente inflación, devaluación y desestabilización política (¿“guerra económica”?).
Según Stiglitz, en Economía no existe la posibilidad de hacer experimentos (Stiglitz, Joseph E. El precio de la desigualdad: El 1% de la población tiene lo que el 99% necesita. Traducción de Alejandro Pradera. Taurus. 2ª edición. Madrid 2012, p. 323)

La tentativa fue abortada 72 horas después (17 de diciembre), pues el caos (paralización del comercio) y los desórdenes producidos en gran parte de la geografía nacional (asesinatos, saqueos, incendios, et cetera) amenazaron gravemente la paz social.
En el ínterin, los sistemas públicos de transporte fueron gratuitos y se propuso la creación de carnets, así como el uso de tecnología china a través de teléfonos móviles, para permitir a la población de escasos recursos el acceso a los programas sociales mantenidos por el gobierno (de alimentación, de vivienda, et cetera). Paradójicamente, durante las horas que duró la “desmonetización”, los más expuestos fueron los más pobres.
Independientemente de los inverosímil de la justificación oficial para la desmonetización de la economía y las dificultades operadas en el comercio en días previos a las fiestas decembrinas, la población sintió amenazada su libertad de disponer del dinero fruto de su trabajo (bien fuera mucho o poco) y el inminente sometimiento total al Estado, eventualmente único proveedor de los bienes indispensables para la vida.
Una posible explicación de la acción gubernamental es la desesperada lucha contra la inflación (en Venezuela el Banco Central está sometido al Ejecutivo a partir de la sentencia de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia número 1.115 del 16 de noviembre de 2010. Asimismo, el Presidente de la República cuanta con plenos poderes en materia económica, de conformidad con lo dispuesto en el cuestionado Decreto número 2.452 del 13 de septiembre de 2016, mediante el cual se declara el “Estado de Excepción y Emergencia Económica” en todo el territorio nacional, prorrogado mediante Decreto número 2.548 del 13 de noviembre de 2016).
Se calcula que en 2016 Venezuela alcanzará la mayor inflación del planeta, y la maniobra de la desmonetización resultó contraproducente, el remedio fue peor que la enfermedad.

V

El Estado existe para garantizar la felicidad (igualdad, libertad, et cetera) de sus ciudadanos: “…en condiciones normales de funcionamiento, la sociedad humana del presente se halla dominada por la aspiración de conseguir un bienestar material siempre creciente. Más todavía, vista la sociedad desde esa perspectiva, lo político y el Estado adquieren un carácter al que cabe denominar heterónomo, valga decir, dependiente de la práctica social que  hace posible la satisfacción de dichas aspiraciones materiales” (Baptista, Asdrúbal, Itinerario por la Economía Política. IESA, 1ª reimpresión. Caracas 2012, p. 328).
Para atacar los males de la sociedad, cualquiera que estos sean, una dirigencia no puede seriamente sacrificar su razón de ser para obtener resultados. También en economía, el fin no justifica los medios.