CARTA ENCÍCLICA
OPTATISSIMA PAX
DE NUESTRO SANTÍSIMO SEÑOR
PÍO
POR LA DIVINA PROVIDENCIA
PAPA XII
–Extracto–
4.
Es necesario que, finalmente, comprendan todos que no se pueden conseguir de
nuevo los bienes perdidos, ni conservar los que peligran, mediante las discordias,
los tumultos y las matanzas entre hermanos, sino solamente mediante la
laboriosa concordia, la mutua comprensión y el trabajo pacífico. Los que con
plan premeditado agitan inconsideradamente las multitudes, excitándolas al
tumulto, a la sedición y a las injurias a la libertad ajena, sin duda alguna no
ayudan a mitigar la indigencia del pueblo, sino que más bien la aumentan,
provocando la ruina final, exacerbando el odio e interrumpiendo el curso de las
actividades de la vida social. De hecho, las luchas de los partidos «fueron y
serán para muchos pueblos una calamidad mayor que la guerra misma, que el
hambre y la peste» [Tito Livio, "Historia", lib. IV, cap. IX].
Roma, 18 de diciembre del año 1947.