jueves, 3 de mayo de 2018

20 de mayo de 2018



Natalia Boza Scotto y Emilio Spósito Contreras

20 DE MAYO DE 2018: 
Una oportunidad para reconstruir el país

Venezuela, en pocos años sumida en la miseria, clama por un cambio en los más diversos ámbitos: económico, político, social, con repercusión en la calidad de vida de los ciudadanos.
La propuesta del candidato Henri Falcón se erige como la más –o la única– seria, producto de concienzudos análisis y discusiones sobre las necesidades del país pero considerando además la viabilidad real de lograr La Gran Transformación de Venezuela (https://henrifalcon.com/descargas/La-Gran-Transformaci%C3%B3n-(2019-2025).pdf).
La coyuntura actual aconseja repasar la historia nacional y seguir una de las grandes enseñanzas de un hombre tan acucioso como Simón Bolívar, quien señaló a los constituyentes de Angostura, hace casi doscientos años, que la construcción de un país no sólo amerita buenas leyes, sino principalmente, hombres y mujeres “virtuosos”, “patriotas” e “ilustrados”. Interesante proposición, porque habla en plural. Más allá de un Mesías, un elegido, se necesita el consenso de muchos, amantes de su tierra.
A pesar de tales ideas y lo mucho que han sido vanamente elogiadas, con frecuencia se insiste en buscar la figura del caudillo, el ilustre, el esclarecido, el benemérito, el comandante, quien en cada caso, no ha hecho más que prescindir o eclipsar a los buenos hombres y mujeres que constituyen las repúblicas.
Hoy resulta inaudito que aquel gobernante con el peor desempeño en toda la historia patria, pretenda continuar al frente de los asuntos públicos, aislado, solitario, llevando a la población a un inmerecido cataclismo.
Llegó el momento de pivotar el rumbo bajo un nuevo liderazgo. Ante las dificultades, la candidatura de Henri Falcón se presenta como una gran oportunidad para retomar la meritocracia, absurdamente menospreciada en la historia reciente.
Falcón se presenta ante los venezolanos como un hombre de apertura, pluralidad y consenso. No pretende ser el redentor de la patria, sino el líder de una transición que permitirá lograr La Gran Transformación de Venezuela en un país donde todos tenemos cabida y somos necesarios.
Evidencia del pluralismo de Falcón es la multitud que le acompaña: partidos como Avanzada Progresista, Movimiento al Socialismo o COPEI; políticos de larga trayectoria como Claudio Fermín o Eduardo Fernández; destacados expertos en distintas áreas como el economista de talla mundial Francisco Rodríguez, la arquitecto Josefina Baldó, el médico y ex rector de la Universidad Central de Venezuela Luis Fuenmayor Toro, el educador y profesor Leonardo Carvajal, o el ingeniero Jorge Alejandro Rodríguez.
En virtud de la enorme crisis actual y las perspectivas que ofrece la candidatura de Falcón, políticos de oposición que en principio se negaban a concurrir a unas elecciones con pocas garantías, se han sumado de forma progresiva: José Antonio España de Primero Justicia, Carlos Valero o Enrique Márquez de Un Nuevo Tiempo, todos ellos diputados de la Asamblea Nacional. En este contexto, incluso es posible que otros candidatos presidenciales terminen apoyando a Henri Falcón.
A escasos días de las votaciones, se plantean al país dos opciones de futuro. Una, invita a profundizar la ruina a través de la perpetuación del vicio, el sectarismo, la persecución y el exilio. La otra, brinda soluciones concretas ante la crisis, a través de la apertura, el pluralismo y el consenso de todos aquellos a quienes les duele el país y, conscientes, no pueden permanecer indiferentes o pasivos frente a la oportunidad de mejora.
Como lo sugirió recientemente Henrique Capriles Radonski, resulta imperioso preguntarse “cuál es el camino para darle respuesta a los venezolanos sobre la peor crisis de nuestra historia”, advirtiendo que no podemos dejar pasar la oportunidad del 20 de mayo (http://henriquecapriles.com/el-apagon/).

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