Emilio Spósito Contreras
SANTOS SOLDADOS
ROMANOS
A propósito del
19 de abril, inició de la soberanía del pueblo de Venezuela y día de san
Expedito
San
Martín.
John Edward Damon, en su obra “Soldier
Saints and Holy Warriors: Warfare and Sanctity in the Literature of Early
England” (Ashgate Publishing Company. Burlington 2003), destaca la
personalidad de uno de los principales santos guerreros: San Martín de Tours
(Francia).
En la iconografía del obispo de Tours
destaca aquella que lo representa como un caballero romano en el acto de picar
su capa en dos para brindarle la mitad a un anciano desnudo que luego se le
reveló como Cristo.
San
Constantino.
Aunque en Occidente sólo se desarrolló en áreas bajo influencia bizantina (v. gr. la isla de Cerdeña, Italia),
también resulta relevante el culto de san Constantino emperador, quien permitió
el cristianismo en Roma.
Excepcionalmente, en la fachada de la
iglesia de la Santa Cruz de Valladolid (España) destaca la imagen del emperador
de pie, sosteniendo la cruz que habría traído su madre, santa Elena, de Tierra
Santa (Vide imagen a la derecha).
San
Justino.
Un detalle que suele escapar a los asiduos visitantes de la basílica de Santa
Teresa en la ciudad de Caracas (Venezuela), donde está expuesta la célebre
imagen del Nazareno de san Pablo, es la presencia de las
reliquias, ex ossibus, de San
Justino mártir.
Una placa al lado de la urna, señala:
En la
Navidad de 1986 fueron devueltos al culto público los huesos de San Justino.
Soldado Romano y mártir de los primeros siglos. El relicario que ahora lo
guarda es de bronce con acabado de oro, y fue costeado por los fieles y amigos
de esta basílica, por los cuales elevamos nuestras plegarias y gratitud.
A.M.D.G.
San
Expedito.
Finalmente, en esta línea de santos soldados romanos, no podemos dejar de
destacar a san Expedito –de devoción popular en toda Latinoamérica,
especialmente en Brasil–, representado con una cruz a la derecha con la
inscripción “Hodie” –hoy–, alusiva a la rapidez de su determinación.
A su pie un desventurado cuervo, que grazna
“Cras” –mañana–, indicativo de la tentación experimentada por el santo, de dejar
para mañana la responsabilidad de su condición de cristiano en medio de la feroz
persecución de los mismos.
La imagen es muy dramática, porque el
hecho de que un soldado romano en su tiempo asumiera la condición de cristiano,
significaba una muerte segura. De allí la palma a su izquierda, representativa
del martirio que sufrió.
El 19 de abril –día de san Expedito–, se
reunió un Cabildo extraordinario como respuesta inmediata a la invasión
napoleónica de España y la renuncia del rey Fernando VII. Surgió así un
movimiento en la ciudad de Caracas, el Jueves Santo del 19 de abril de 1810,
que dio inició a la lucha por la independencia de Venezuela.
La soberanía del pueblo de Venezuela,
que nació bajo la advocación de san Expedito, debería reflexionar sobre el
mensaje de su santo patrono.
Terminamos con una oración a san
Expedito, que bien pudo aparecer publicada en un aviso clasificado en cualquier
periódico venezolano:
Virtuoso san
Expedito, que por tu
templanza –don
del Espíritu Santo–
dejaste sin
tardanza el poder y la gloria mundana
para seguir al
humilde Crucificado:
no dejaste para
mañana lo que
podías hacer
hoy, aunque ello
significara una
muerte segura.
Auxílianos en
los problemas presentes
y por tu
intercesión, concédenos de
Dios
solucionarlos prontamente.
Amén.
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