David R. Chacón
Rodríguez*
INFLUENCIA DEL HERMANO NECTARIO MARÍA
EN EL DESARROLLO DEL CULTO
DE LA
VIRGEN MARÍA EN VENEZUELA
(Publicado AA.VV., Nuestra
Señora de Belén, devoción del Libertador Simón Bolívar. San Mateo, 1709-2009.
Edición al cuidado de Natalia Boza Scotto y Emilio Spósito Contreras. Sociedad
Bolivariana de Venezuela - Fundación Hermano Nectario María para la
Investigación Histórica-Geográfica de Venezuela. Caracas 2010, pp. 67-100).
SUMARIO: - 1. Su primer viaje a Guanare. - 2. Picadas de
las abejas. - 3. Llegada a Guanare. - 4. Recorrido por las tierras de la Virgen. - 5. Viaje a
Caracas. - 6. Preparación y publicación del libro La Maravillosa Historia de Nuestra Señora de Coromoto. - 7. El Monumento Nacional a
Nuestra Señora de Coromoto. - 8. Bendición de la Estatua de Nuestra Señora
de Coromoto. - 9. Agradecimiento del Honorable Concejo Municipal declarando al
hermano Nectario María “Hijo Predilecto de Guanare”. - 10. Nuestra Señora de
Coromoto y el Segundo Congreso Mariano Nacional de Coro, efectuado en aquella
ciudad entre el 8 y el 12 de diciembre de 1928. - 11. Discurso del hermano
Nectario en la Catedral
de Coro. - 12. Peregrinaciones anuales al sitio de la aparición de Nuestra
Señora de Coromoto. Su espléndido y rápido desarrollo. - 13. Verdadera historia
del deterioro de la reliquia. - 14. La plaza Hermano Nectario María. - 15.
Informe sobre el estado de conservación de la reliquia. - 16. Templo Votivo
Nuestra Señora de la Coromoto :
Sitio de Patrimonio Histórico Cultural.
- 17. Visita del Presidente de la
República de Venezuela. - 18. De Templo Votivo a Santuario. -
19. Venida del Santo Padre. - 20. Restauración de la reliquia.
El enorme deseo del hermano
Nectario María [1] por glorificar a la Excelsa Madre de Dios, de hacerla amar y de
contribuir a la extensión de su culto, lo llevó en 1915 a realizar una serie de
investigaciones destinadas a esclarecer y escribir de manera documentada la
historia de la Virgen
en Venezuela, es decir, la relación histórica de los Santuarios que le son
dedicados y las advocaciones, bajo las cuales es venerada.
Sin desatender sus
obligaciones docentes, puso manos a la obra en la búsqueda y preparación de la
investigación. Su empeño consistía en recopilar datos en publicaciones, libros
antiguos o modernos, escribiendo a los párrocos o sacerdotes encargados de los
diversos santuarios marianos, hurgar archivos, hacer entrevistas, obtener
fotografías, y en fin, hacer todo aquello que de un modo u otro pudiere darle
alguna luz sobre el trabajo que se proponía realizar.
Fue durante esta pesquisa,
lenta, paciente y tenaz, cuando, por primera vez, oyó el nombre de Nuestra
Señora de Coromoto.
Cierto día, hablando con el
padre Rafael María Oraa [2], le explicó su proyecto, y luego agregó: “Padre ¿Tiene Ud., alguna información
referente a la Virgen
en Venezuela?”. El padre Oraa se mostró muy interesado, y tras escuchar su
petición le respondió que en Guanare se veneraba a la Virgen de Coromoto. Después
de narrarle brevemente la historia de su aparición, agregó: “Yo conozco una documentación que posee el
padre Agustín H. Álvarez; le prometo que la voy a buscar, y cuando la consiga,
se la haré llegar”.
Pasó el tiempo, hasta que a
comienzos de 1918, el padre Álvarez se presentó a las puertas del Instituto La Salle de Barquisimeto,
trayéndole la tan anhelada copia. Para ese entonces, el hermano Nectario María
se encontraba indispuesto por la llamada gripe española que azotó a esa región
durante esa época, pero a pesar del malestar que sentía, no pudo contener el
inmenso deseo de conocer dicha información. La lectura de este primer y extenso
documento lo dejó gratamente impresionado, pues pudo comprobar que la Santísima Virgen
sí había aparecido realmente en Venezuela y más aún, por el milagro de la Virgen del Topo, Ella
manifestaba claramente que el sitio de la Aparición fuese marcado y venerado. En su
espíritu, la voluntad de la
Madre de Dios aparecía con una claridad deslumbrante. Desde
ese momento decidió consagrar su vida para darla a conocer, y a tal fin se propuso:
1. La publicación de la Historia de Nuestra Señora de Coromoto, con un
estudio analítico de la documentación existente.
2. Levantar en Guanare un gran
monumento, con el fin de atraer la mirada de toda Venezuela sobre esta ciudad y
propagar la milagrosa imagen de Nuestra Señora de Coromoto en toda la República.
3. Renovar las peregrinaciones
al Santuario de Guanare, tal como se practicaban en los tiempos coloniales.
4. Hacerla proclamar, un día, Patrona Nacional de Venezuela.
A raíz de este acontecimiento,
el reverendo Hermano cambió de criterio respecto a su proyecto inicial, y
sostuvo que la publicación de la
Historia de Nuestra Señora de Coromoto debía ser
la base y punto de partida del renacimiento de su culto en Venezuela,
anticipándose al de Venezuela Mariana,
que es la historia de las advocaciones bajo la cual se venera en nuestro país.
Así lo resolvió y, desde entonces, se dedicó a profundizar la historia de la Virgen de Coromoto.
Convencido de la realidad, el
hermano Nectario María quedó en cierto modo entristecido, al considerar que un
hecho tan glorioso para el país estaba sepultado en el olvido y cómo un culto
que había sido antes tan conocido en Venezuela, era ahora privilegio de unas
pocas almas.
Por esta razón resolvió
estudiar a fondo todos los pormenores y publicar la gran Merced de la Virgen entre nosotros.
Del estudio de la copia del
documento que le entregó el padre Álvarez, de Francisco Izquierdo Martí [3] y
de los datos de los cronistas José Oviedo y Baños [4] y Depons [5], redactó la
primera historia compendiada que se publicó, la cual intituló La Maravillosa Historia de Nuestra Señora de Coromoto de Guanare. Era un pequeño folleto
de 25 páginas, en octavo. Lo editó en dos partes en la revista Excelsior, órgano de la Sociedad Literaria
La Salle , de
Barquisimeto. La primera correspondió al número 3, de mayo de 1922, y la
segunda, al de julio del mismo año.
De estos artículos, la
editorial del diario El Impulso de
Barquisimeto, hizo una separata de 50 ejemplares.
En el número correspondiente
al mes de junio de 1922 de la mencionada revista, el hermano Nectario publicó
otro artículo titulado: María Santísima
de Coromoto, Protectora e iniciadora de las misiones de indios en Venezuela,
en el que además de su historia, daba a conocer una imagen a color de Nuestra
Señora de Coromoto.
Como cosa curiosa, es
conveniente hacer notar que ambos trabajos fueron firmados con el seudónimo de H. Chonei Mereigua, que en lengua
indígena significa Hijo de María.
Es con estas publicaciones que
en Venezuela se inicia el conocimiento y difusión de la advocación mariana de
Nuestra Señora de Coromoto, hasta ese entonces totalmente desconocida.
Desde un principio el hermano
Nectario orientó la devoción y culto a Nuestra Señora de Coromoto, con el fin
de conseguir el restablecimiento y aumento de la fe en toda la República. En su
criterio, la Virgen
de Coromoto debía ser la encargada de difundir entre el clero venezolano y el
pueblo en general, el mejor cumplimiento de los preceptos religiosos. Con el
fin de enfocar bien este aspecto renovador del culto coromotano, hizo
indulgenciar por las más altas autoridades eclesiásticas de Venezuela y por la Santa Sede la siguiente
invocación: Nuestra Señora de Coromoto
protectora de Venezuela renovad la fe en toda la extensión de nuestra patria,
que fue publicada, por primera vez, al pie de una estampa de esta advocación en
junio de 1922.
1. Su primer viaje a Guanare
Como ya hemos visto, las
pequeñas ediciones antes mencionadas fueron una aproximación para la gran obra
documentada que se había trazado en su plan general, pues su meta era ir al
fondo del culto de Nuestra Señora de Coromoto. Por tal motivo, solicitó a sus
superiores el permiso requerido para ir a Guanare en las vacaciones de
diciembre de 1922 y poder así revisar sus archivos.
Al hablar de su viaje a la
región llanera, surgió entonces un sinnúmero de dificultades, tan grandes como
para hacer fracasar su proyecto; para ese entonces, llano y paludismo eran
sinónimos. Ir al llano era ir a contraer un paludismo seguro. Pero ante estos
escollos, él seguía insistiendo tenazmente, sin importarle cuáles eran las
dificultades y los sacrificios que había que vencer.
Como el señor Ramón Castejón,
del Guárico, le había ofrecido caballos y baqueanos, pensó hacer el viaje en
bestia, siguiendo el camino del Cauro, ya que ésa era la ruta utilizada por los
indios Coromotos.
Su compañero de viaje, el
hermano Atanasio, al oír la sentencia del alumno Juan Pablo Pérez, se asustó,
lo que hizo retardar aún más su viaje.
Ante esta circunstancia, el
hermano Nectario manifestó su impaciencia a su compañero y le hizo saber su
firme resolución de buscar otro acompañante si seguía oponiendo resistencia.
Después de vencer todos los
impedimentos, el hermano Juan, quien poseía un antiguo carro Ford, lo llevó a
Acarigua el 10 de diciembre de 1922. Es conveniente recordar que en aquella
época la única ruta que existía era un camino carretero, por eso había
ocasiones en que era necesario desmontarse y empujar el carro para pasar.
En Acarigua fueron recibidos
por la honorable señora Trina de Ramos, quien les dio hospitalidad y un trato
exquisito.
Como en esa ciudad sólo había
un carro, el Hermano lo contrató por Bs. 80 para que los trasladaran a Guanare.
Al día siguiente emprendieron la jornada, que duró desde las 8 de la mañana
hasta las 5 de la tarde. Durante el trayecto tuvieron ocasión de ver cómo los rayados [6] arreglaban las carreteras.
2. Picadas de las abejas
Al llegar a la quebrada de San
Rafael, el auto se atascó en el lecho arenoso de su cauce y, ante la
imposibilidad de salir, resolvió ir caminando hasta el pueblo más cercano, San
Rafael de las Guasduas. Cuando llegó, encontró que a pesar de su total estado
de abandono, aún se hallaba en pie parte de la iglesia del pueblo. Pese a estar
sin techo, decidió ver sus archivos. Al entrar a la sacristía, observó que en
la pared había un armario con la puerta entreabierta. Sin darse cuenta que un
enjambre de abejas había formado un panal en él, lo abrió, partiéndolo en dos.
Las abejas se alborotaron y, molestas por su atrevimiento, mostraron su enojo
picándolo por todas las partes visibles.
Ante este lamentable
acontecimiento, el hermano Nectario María inmediatamente afirmó su fe y
confianza en la Madre
de Dios, diciendo:
Confío en la Santísima Virgen María, que nada me pasará; he
venido a trabajar por Ella, en Ella me fío, pues nada acontece sin permiso de
Dios.
Seguidamente, copiando el
criterio popular, se puso chimó en las heridas y luego se frotó con dos hierbas
diferentes. Y, como él mismo afirmaba: ¡Santo Remedio!, ni siquiera experimentó
la agudeza de los pinchazos, con lo cual evitó la hinchazón. Es más, a causa de
las inyecciones de ácido pícrico que entonces recibió con las picadas de las
abejas, eliminó el dolor de cabeza que continuamente padecía (desde que sufrió
la congestión cerebral, que casi lo llevó a las puertas del sepulcro a
consecuencia de su agotamiento mental). Al respecto, hay una anécdota que él
siempre me relataba y creo oportuno recordar: en las vacaciones de agosto de
1913, los hermanos fueron de paseo a la quebrada de Barro Negro, en Duaca.
Durante la comida, a la sombra de un majestuoso tamarindo, hablando de una cosa
y otra, se preguntaron ¿cuál de los seis sería el primero en ir a la eternidad?
Como el hermano Nectario siempre había tenido achaques de salud, y, por lo
visto, era el más enfermizo del grupo, inmediatamente el hermano Facundo clavó
su vista en él y en tono enfático le expresó: “seguramente será Usted”. El hermano Nectario, sorprendido por esta
invectiva, quedó estupefacto. Al correr de los años vio con tristeza cómo le
sobrevivió a todos.
3. Llegada a Guanare
Como llevaba una tarjeta de
recomendación del ilustrísimo señor Obispo de Barquisimeto, monseñor Agüedo
Felipe Alvarado Liscano [7], dirigida al presbítero doctor Elías Santamaría,
quien desde mayo de aquel año se desempeñaba como cura y vicario de Guanare. El
padre Santamaría lo atendió debidamente, y sin la menor demora inició su
trabajo en el archivo. Para cerciorarse hasta qué punto la tradición popular
podía conservar el recuento auténtico de los hechos, solicitó informes y
narraciones a las familias más antiguas de la ciudad. En Guanare todos estaban
contentos de dar como cierta la aparición de la Virgen , pero nadie sabía
cómo había ocurrido. Solamente encontró un vecino de las tierras de la Virgen , seguramente
descendiente directo de los indios, que le refirió la historia de la aparición
tal y como había sucedido.
En su viaje, el honorable
guanareño Ángel María Gómez le obsequió un librito manuscrito de 150 páginas de
10 x 7 cm .,
que había heredado de sus antepasados. En él se narraba la historia de Nuestra
Señora de Coromoto, escrita en los tiempos coloniales [8].
Durante esta visita encontró
el manuscrito de un Sumario Jurídico que lleva por título: Información de la aparición, y milagros de María Santísima de Coromoto,
titular, y patrona de la ciudad de Guanare, cita en su Yglecia Parroquial,
recivida en visita por el Señor Doctor Don Carlos de Herrera, cura rector de la
santa Yglesia Cathedral, examinador synodal, vicario superintendente, y
visitador general de este obispado por el Ylustrísimo Señor Don Juan García
Abadiano [9], dignísimo Obispo de la
provincia de Venezuela del Consexo de Su Magestad. Fecha por febrero del año de
1746 [10], el cual constituye el más completo documento histórico que
comprueba la aparición y milagros de Nuestra Señora de Coromoto.
4. Recorrido por las tierras de la Virgen
Para poder escribir con
acierto el trabajo encomendado, decidió ir personalmente a conocer las tierras
que fueron de la Virgen ,
donde la tradición afirmaba que había tenido lugar la solemne aparición de la Santísima Virgen
en 1652 y en las mismas donde el padre Chirivella León había llevado en romería
la milagrosa imagen de Nuestra Señora de Coromoto, en acción de gracias por la
singular protección de que había sido objeto la ciudad de Guanare en los
tristes días de la llamada gripe española.
Con el fin de lograr su
cometido, el día 2 de enero de 1923, el hermano Nectario salió a caballo para
Tucupido; allí el padre Buenaventura de Egurrola había trasladado el pueblo de
los indios Coromotos. Igualmente, recorrió la sabana de San José, donde fray
José de Nájera fundó con los indios el pueblo de San José [11].
Al día siguiente, el 3 de
enero, visitó la Quebrada
de la Virgen y
sus alrededores, para conocer de cerca las impresiones de aquellos parajes y
poder así realizar en mejores condiciones su historia coromotana.
La excursión iba presidida por
un baqueano con machete quien iba abriendo la pica por donde se iba a
transitar; detrás seguía José Vicente Cirimele, con fusil en mano, cargado,
previendo cualquier eventualidad; seguía luego el hermano Nectario, detrás el
bachiller Rafael Rodríguez Ortiz y cerraba la marcha el reverendo hermano
Atanasio.
El día 4 de enero emprendió su
regreso a Guanare a caballo, y de allí se trasladó a Ospino en compañía de su
inseparable amigo Rafael Rodríguez Ortiz, donde pernoctó.
Al siguiente día, reanudó la
marcha a caballo hasta Acarigua.
Para darle mayor importancia,
aceptación y atractivo a la historia de Nuestra Señora de Coromoto que estaba
preparando, resolvió agregar los orígenes portugueseños [12], tema aún no
estudiado en la historia nacional. Igualmente aprovechó este viaje para
recopilar datos referentes a los distintos pueblos del estado.
Ya de regreso a Barquisimeto,
el día 7 de enero, empezó a organizar las notas y fotografías que iban a
engrosar el material para su proyectada historia.
5. Viaje a Caracas
Uno de los anhelos más grandes
del hermano Nectario María era encontrar en el Archivo Arzobispal los
documentos que sustentaran testimonialmente sus investigaciones. Buscaba
principalmente la documentación de 1668 de Juan de Caldera Quiñones, Juez
Eclesiástico que había ordenado el primer Sumario Jurídico de la aparición de
Nuestra Señora de Coromoto, con los testigos oculares de este magno
acontecimiento y de los sucesos ocurridos en 1652. Si bien es cierto que no
consiguió la información que solicitaba, encontró, sin embargo, bajo un armario
que estaba en el rincón de la sala del recinto, el manuscrito del Libro Secreto de la Visita del Obispo Mariano
Martí y Estadella [13]. Al abrirlo,
observó con dolor que los comejenes lo tenían casi destruido y pululaban por
todas partes.
6. Preparación y publicación del libro La Maravillosa Historia de Nuestra Señora de Coromoto
Una vez en posesión de la
documentación que logró reunir, el hermano Nectario se dio a la tarea de
organizar los datos que poseía y así poder escribir los capítulos de su
historia.
Listos los originales en los
primeros meses de 1924, los entregó al Obispado de Barquisimeto para su
aprobación.
Después de cumplir esos
requisitos, en mayo de 1924 envió los textos a la tipografía Católica Casals,
en Barcelona, España.
El hermano Nectario solicitó
que la edición fuese toda en papel couché, con un tiraje de 2.000 ejemplares
encuadernados y 24 de estos en pastas de cuero, a todo lujo, con su respectivo
estuche. Además, pidió que estuviese lista para el 9 de diciembre de aquel año,
por ser el homenaje del Primer Centenario de la Victoria de la Batalla de Ayacucho,
obtenida por el general Antonio José de Sucre y Alcalá tras una promesa a la Santísima Virgen ,
de la cual era devoto.
La edición no pudo llegar para
la fecha señalada, sin embargo recibió por correo certificado algunos
ejemplares. El mismo 9 de diciembre de 1924 se entregaron al final del acto
oficial a las autoridades locales.
En Guanare, el libro produjo
una verdadera explosión de alegría. Muchas personas creían que el hermano
Nectario no llevaría a feliz término semejante publicación; por eso, al verlo,
quedaron gratamente impresionados. Un grupo de ellos, con un entusiasmo
desbordante, le envió el siguiente telegrama:
Con íntima alegría, hemos
visto su meritoria obra “La Maravillosa Historia de Nuestra Señora de
Coromoto”, hija de su acuciosidad, ilustración y talento; lo nivela con
nuestros más altos historiadores sagrados. Con verdadero alborozo le enviamos
nuestro cordial abrazo de felicitaciones. Sus amigos de Corazón, Carlos
Rodríguez de Fontanils, Rafael Rodríguez Ortiz, y José Vicente Cirimele.
Gracias a la generosa
colaboración del Marqués de Comillas, dueño de la Trasatlántica Española ,
recibió la edición a principios de 1925. A los quince días de su recepción se
agotó completamente, lo que le permitió girar inmediatamente a la editorial
Casals el valor total de su edición, que fue aproximadamente de unas 4.000
pesetas, y el costo por ejemplar ascendió a 8 bolívares.
El hermano Nectario, con la
cortesía que lo caracterizaba, envió un libro a cada uno de los altos prelados
venezolanos y a los miembros de la Academia Nacional de la Historia. Los
ejemplares de lujo con estuche especial fueron remitidos al Santo Padre, al
Nuncio, al Superior General de los Hermanos, al Presidente de la República , al rey
Alfonso XIII, etc.
De todas partes recibió
laudatorias y alentadores conceptos, las cuales pueden leerse al comienzo de
las ediciones subsiguientes.
7. El Monumento Nacional a Nuestra Señora de Coromoto
Una vez cumplida la primera
etapa del plan que se había propuesto para la renovación del culto a Nuestra
Señora de Coromoto, el hermano Nectario María pensó que faltaba ahora la
erección de un monumento nacional en Guanare y la reanudación de las
peregrinaciones, ya que en el desarrollo de sus planes, las romerías debían
iniciarse con la solemne bendición del Monumento a la Santísima Virgen.
Consecuente con sus
planteamientos, en enero de 1926, el reverendo hermano Nectario María se
trasladó a Guanare con el fin de organizar en aquella ciudad la Junta que se encargaría de
la recolección de los fondos para la adquisición de la proyectada estatua que
se pensaba encargar a Europa.
Una vez llegado, se reunió con
el padre Fortunato Andueza, quien para ese entonces se desempeñaba como Párroco
de aquella ciudad, con el fin de escoger los nombres de las personas que debían
integrar la Asociación.
Durante la primera reunión que
se efectuó en la casa del Presidente del estado, general José Garbi, se eligió la Junta Directiva y
se expuso el proyecto a realizar indicando su costo aproximado. Al salir, uno
de sus miembros precisó su criterio en estos términos: “Esto es muy bonito, pero es una locura, si este monumento no lo hace el
gobierno, es imposible que lo realice una Junta”.
Tan pronto como llegó de
regreso a Barquisimeto, el hermano Nectario encargó la efigie a la casa
artística fundidora Durenne de París.
Algún tiempo después llegó a
Barquisimeto el comerciante Juan Méndez y cuando fue a visitar al insigne
educador, éste lo llevó a los talleres de los hermanos Santiago y José Gómez, y
al ver los moldes del pedestal cuyas piezas de granito artificial se iban
preparando individualmente, se dio cuenta de que el proyecto del monumento iba
cristalizando. De regreso a Guanare, divulgó la noticia de lo que había visto,
así como la fecha aproximada del despacho de la pieza de París y su llegada a
Venezuela.
Para aumentar la recolección
de fondos el hermano Nectario María organizó además una Junta en Valencia y
otra en Barquisimeto.
Entre los integrantes de la Junta de Barquisimeto
figuraban el doctor Andrés Delgado, el padre Félix Ignacio Quintana, Aurelio Manzano,
las señoritas Andresita e Inés Delgado y algunas otras personas más.
Una vez fijado el sitio de la
colocación del monumento, el cual decidieron amparar con una hermosa placita,
se comenzaron los trabajos en la segunda mitad del año 1927.
Para lograr el éxito que se
esperaba, había que darle una solemnidad especial a las peregrinaciones y a
este fin fueron nombrados padrinos todas las autoridades religiosas y civiles
de la República.
Una comisión compuesta por
Pedro Delgado Lozano, Andrés Delgado y el hermano Nectario María, fue hasta el
Trompillo a invitar al general Juan Vicente Gómez, en calidad de padrino
principal; esto sucedió entre el 15 y el 16 de marzo de 1928.
Al llegar, le comunicaron al
Presidente el objeto de su visita, y el general Gómez, por intermedio de su
secretario don Sixto Tovar, se dignó corresponder con la ayuda de Bs. 6.000; la
mitad de este dinero se dispuso para el arreglo de tierras de la región de
Guanare, con la promesa de que al hacerse el traspaso para los fines de la
explotación de petróleo, los dueños darían Bs. 10.000 para la Virgen de Coromoto. Con los
Bs. 3.000 sobrantes se compraron las camas y los enseres necesarios para el hospedaje
de los invitados a la inauguración y los participantes de la primera
peregrinación.
Los Bs. 10.000 que habían
ofrecido se emplearon en la colocación de los mosaicos del piso de la iglesia
de Guanare.
Para la construcción de “La Placita de la Virgen ”, el hermano
Nectario adquirió en Barquisimeto unos 100 barriles de cemento, y como para esa
época había muy pocos camiones de carga, hubo que transportarlos en carretas de
mulas. Este cemento puesto en su destino, salió por unos Bs. 10.000, es decir,
tanto como el valor de la mercancía.
Cuando ya se acercaba el
momento de la solemne bendición del Monumento de Nuestra Señora de Coromoto, el
Obispo de Barquisimeto, que por aquel entonces era el ilustrísimo señor doctor
Enrique María Dubuc, anticipó una Pastoral anunciando tan fausto
acontecimiento, invitando a los fieles a unirse a estos festejos en honor de la Madre de Dios, que se había
dignado bajar un día a un privilegiado rincón de nuestro suelo patrio, radicado
en el territorio de la diócesis a su cargo.
La estatua de la Virgen llegó a Barquisimeto
la primera quincena de diciembre del año 1927; mide 2,75 metros de alto. Es
de hierro colado bronceado y tiene un peso de 1.100 kilogramos .
Cuando llegó, quedó exhibida
en el Colegio La Salle
de Barquisimeto, pues el hermano Nectario pensaba que de esa manera se le hacía
una propaganda especial.
Para trasladar la estatua a
Guanare, en enero de 1928, el hermano Nectario contrató los servicios del señor
Alejandro Hoyer, por Bs. 650, cantidad que le facilitó el general Pedro
Lizarraga, para ese entonces Presidente del estado Lara.
Durante el trayecto, antes de
llegar a Gamelotal el camión se coleó botando su carga. Sin descorazonarse, el
señor Hoyer se fue caminando al vecino pueblo de Sanare y solicitó del Jefe Civil
del municipio, que le facilitara unos 20 hombres, quienes bajo su dirección,
lograron montar de nuevo su carga, finalizando así este molesto episodio.
La subida de la pesada estatua
sobre el pedestal que mide 5
metros 20 centímetros de alto, fue encomendada al
competente hermano Juan, quien para ese entonces era el Director del Instituto La Salle de Barquisimeto.
En la realización de los
trabajos se contó con la ayuda del señor Bazó, director de los trabajos de la
planta eléctrica de Barquisimeto, quien facilitó una grúa múltiple, comúnmente
denominada con el epíteto de “señorita”.
El montaje se realizó el 25 de
marzo de 1928. A
este fin el hermano Juan utilizó una gruesa viga de madera de unos 10 metros de largo que
sirvió de soporte y punto de apoyo para el funcionamiento de la “señorita”.
El trabajo fue ciertamente
peligroso, pero la extraordinaria habilidad del hermano Juan logró vencer todas
las dificultades. Alzada la viga y agarrada por los cuatro vientos por largas y
gruesas cuerdas, con fuertes sujeciones en sus extremidades y un mandatario en
cada una, se le podía dominar a voluntad sobre su pie, hendido sobre una gran
cavidad practicada en el suelo. De este modo era casi imposible que se partiera
por el peso de la estatua.
El pedestal ostenta en su
frente una hermosa alegoría de la grandiosa aparición de la Virgen Santísima
a los indios Coromotos, en la noche del 8 de septiembre de 1652. Al pie se lee
la siguiente inscripción: “A Nuestra
Señora de Coromoto, el pueblo venezolano, agradecido y suplicante, dedica este
recuerdo”.
El ascenso duró varias horas,
pues a cada elevación se ponía por debajo de la estatua un apoyo seguro, y así
sucesivamente, hasta que se terminó con pleno éxito la difícil tarea.
Emocionado el hermano
Nectario, se subió sobre uno de los cajones y tomó entonces la palabra,
arengando a los presentes anunció que ese acto que acababan de presenciar era
una posesión simbólica que hacía la Virgen Santísima a la ciudad de Guanare, el punto
de partida de la extensión de su culto en Venezuela y el augurio feliz de su
triunfo y reinado.
8. Bendición de la Estatua
de Nuestra Señora de Coromoto
Los festejos de la solemne
bendición de la estatua e inauguración de la plaza, fueron presididos por el
Presidente del estado Portuguesa, quien actuaba en representación del Ejecutivo
Nacional, los prelados Enrique María Dubuc, Obispo de Barquisimeto, y monseñor
Salvador Montes de Oca, de Valencia.
Durante el acto de la solemne
misa, el ilustrísimo señor Obispo de Valencia destacó que Coromoto es la Lourdes de Venezuela, el
honor de nuestro pueblo, el más honroso blasón de nuestra historia, pues al
dignarse la Santísima
Virgen dar a Venezuela esta inestimable prenda de su amor,
fue sin duda con altísimos fines de misericordia y piedad.
9. Agradecimiento del Honorable Concejo Municipal declarando al hermano
Nectario María “Hijo Predilecto de Guanare”
En la noche del día 13 de
abril de 1928, los miembros del Concejo Municipal leyeron el acuerdo por el
cual a nombre de la ciudad lo declaraban Hijo
Predilecto de Guanare y le condecoraron con una artística medalla de oro,
que le impuso el Obispo de Barquisimeto, monseñor Enrique María Dubuc.
10. Nuestra Señora de Coromoto y el Segundo Congreso Mariano Nacional de
Coro, efectuado en aquella ciudad entre el 8 y el 12 de diciembre de 1928
Con motivo de cumplirse el
cuatricentenario de la fundación de Coro, el ilustrísimo señor obispo Lucas
Guillermo Castillo promovió la celebración del Segundo Congreso Mariano
Nacional en la sede de su Obispado. Ante esta situación el hermano Nectario
María pensó que era una buena oportunidad para dar a conocer su obra Venezuela Mariana, relación histórica de
todos los Santuarios Marianos de Venezuela [14], y de esta manera formar un
ambiente propicio para dar a conocer el culto a Nuestra Señora de Coromoto; por
ello, resolvió solicitar de común acuerdo con el Obispo de Barquisimeto,
monseñor Enrique María Dubuc, previa la exposición de los motivos poderosos que
había en favor de esta petición, la declaración de su Patronazgo Nacional.
Para dar mayor firmeza a su
demanda, la expuso por escrito y la anexó a la presentación de su libro.
Fue tan convincente su
petición que hemos creído necesario dar a conocer los términos con los cuales
se dirigió a los miembros del Congreso:
El libro que ofrecemos con el
título Venezuela Mariana, es una extensa memoria, en la cual hemos tratado los
tres números de la cuarta sección de los temas propuestos por el Consejo
Central Directivo del Segundo Congreso Mariano Nacional. El Prólogo desarrolla
el tema María y Venezuela, mientras la obra toda trata de las Principales
manifestaciones de la
Santísima Virgen María en Venezuela y del fundamento
histórico de estas manifestaciones.
Respetuosamente nos permitimos
exponer algunas consideraciones que se desprenden naturalmente de la lectura de
este estudio histórico:
1º Imparcialmente, hemos
tratado históricamente el origen de todas las imágenes y santuarios célebres de
la Santísima Virgen
en nuestra Patria, y hacemos constar que en Venezuela ha habido una sola
aparición de la
Santísima Virgen , que es la de Nuestra Señora de Coromoto, en
las inmediaciones de Guanare.
2º La autenticidad de esta
aparición está comprobada por una rica y antigua documentación que no da lugar
a dudas sobre este particular.
3º Entre las imágenes célebres
de la Virgen
en Venezuela, la de Nuestra Señora de Coromoto de Guanare tiene una
superioridad incontestable por su origen, ya que es la misma que dejó la Santísima Virgen
en manos del indio, en su prodigiosa aparición del 8 de septiembre del año de
1652.
4º Habiendo la Madre de Dios aparecido en
un privilegiado rincón de Venezuela y dejado una imagen a la veneración de los
fieles, manifestó de este modo su voluntad de ser honrada y venerada bajo esta
advocación, razón por la cual suplicamos al Congreso Mariano de Coro:
a) Se digne recomendar a los
señores párrocos el culto de Nuestra Señora de Coromoto, con el fin de que se
propague en todas las parroquias de la República.
b) Uno de los medios que
podría adoptarse para la difusión de este culto, sería la inscripción de los
fieles en la Cofradía
de Nuestra Señora de Coromoto, erigida por el ilustrísimo señor obispo Enrique
María Dubuc, con el fin de alcanzar de la Virgen Santísima
la renovación de la fe en Venezuela.
c) Que Nuestra Señora de
Coromoto sea reconocida y proclamada Patrona de Venezuela.
Coro, a 7 de diciembre de
1928.
Al terminar, el señor Obispo
tomó la palabra, haciendo suya la solicitud del hermano Nectario María y le dio
todo el peso de su autoridad y representación.
Aunque el hermano Nectario
María sabía de antemano que aún no era la hora propicia para esta proclamación,
sostenía que había que lanzar la idea para crear un ambiente favorable, y esto
se logró perfectamente.
La exposición del hermano
Nectario y de monseñor Dubuc originó una discusión, en la cual participaron
varios de los obispos presentes; ninguno negó a Nuestra Señora de Coromoto la
primacía sobre las demás advocaciones por ser la verdadera aparición de la Virgen Santísima ,
pero se convino que todavía no era tiempo propicio para declararla Patrona de
Venezuela, por no ser suficientemente conocida y aún ignorada en ciertas
regiones de la República
y que, por lo tanto, lo que convenía era incrementar y divulgar su culto, y que
cuando fuese del pueblo en general, proclamarla entonces Patrona Oficial de
Venezuela.
Al ser presentado el trabajo,
el Congreso en pleno la aplaudió y la honró con el siguiente acuerdo:
El Congreso Mariano de Coro
aplaude calurosamente la obra del hermano Nectario María: Venezuela Mariana, o relación histórica de las imágenes más célebres de
la Santísima Virgen
en Venezuela, le felicita por el cumplido éxito con que ha dado cima a su
novísima labor, le agradece en nombre de Venezuela entera la magnífica obra
religiosa y patriótica con que ha enriquecido la bibliografía nacional, animado
en su inmenso fervor mariano, y hace muy cálidos votos por la divulgación de
este trabajo. Coro, a doce de diciembre de 1928. El Presidente: Lucas
Guillermo, Obispo de Coro. El Secretario, Pbro. Jesús María Pellín.
11. Discurso del hermano Nectario en la Catedral de Coro
Invitado por la Directiva del Congreso a
hablar sobre el libro que había presentado, en la penúltima sesión, el 11 de
diciembre de 1928, el hermano Nectario María se subió al púlpito de la Catedral y con su potente
voz se dirigió a los presente en los siguientes términos:
Instado por el Consejo Central
Directivo del Segundo Congreso Mariano Nacional a dar un breve resumen de
nuestro trabajo, accedimos gustosos a su delicada invitación: El libro que, con
el título de Venezuela Mariana,
presentamos al Segundo Congreso Mariano Nacional de Coro y que consta de más de
300 páginas en 4º, es una extensa Memoria en la cual hemos tratado los tres
números de la cuarta sección de los temas propuestos por el Consejo Central
Directivo.
El prólogo, María y Venezuela,
es un raudo vuelo a través de las tres edades que caracterizan nuestra Historia
Nacional, el Descubrimiento y la
Colonia , la
Independencia y la República. En él, bosquejamos históricamente las
grandes manifestaciones marianas que iluminan el radiante suelo patrio, desde
los albores del descubrimiento hasta el esplendor glorioso de hoy.
La historia mariana de
Venezuela nace en el mismo día de su descubrimiento: en la serena tarde del
primero de agosto.
Venezuela, señores, la primogénita
de la Iglesia
en el continente americano, ella que recibió las primicias de la sangre
redentora de Cristo, debía ser también la primera en merecer las
misericordiosas miradas de la
Madre de Dios y la primera en responder sus celestiales
carismas. El prólogo relata pormenores que evidencian este aserto y que por lo
extenso, sentimos no podemos leer en estos momentos.
El texto que integra el cuerpo
de este estudio comprende unas treinta y seis relaciones históricas, de todas
las principales imágenes de la Santísima Virgen en Venezuela.
Estoy con vosotros hasta la
consumación de los siglos, dijo el Salvador, y María, que imita en todo a su
Divino Hijo, quiso, en cierto modo, permanecer entre nosotros con el místico
medio de sus sagradas imágenes, que nos recuerdan su particular presencia.
La más antigua de nuestras
célebres advocaciones marianas es la de la Virgen del Valle, venerada en la isla de
Margarita. Fue adquirida alrededor del año de 1528 para la iglesia de la Nueva Cádiz de
Cubagua. Esta imagen era la de la
Inmaculada , como solían representarla en los siglos XV-XVII.
Cuando en 1541 un terrible
ciclón arrasó la Nueva
Cádiz , uno de los pobladores, que tenía unas tierras de
cultivo en la isla de Margarita, en el sitio que llamaban El Valle, donde había
inventado una humilde capillita, logró llevarse allí la imagen de la Purísima o Inmaculada, a
la cual, poco a poco fueron designando con el denominativo de la Virgen del Valle por el
lugar donde se hallaba. Allí al encanto de sus gracias y favores acuden los
pueblos y generaciones orientales y a su vista se rinden los empedernidos
corazones.
Después de la Virgen del Valle, como más
antigua es la de Nuestra Señora de la Consolación de Táriba, cuya milagrosa renovación
tuvo lugar alrededor de 1599. Al presente los hijos de la gran familia del
Doctor de Hipona, la inteligencia más sublime de la humanidad, ilumina Los
Andes tachirenses y al perfume de sus gracias y favores acuden los hijos de las
montañas en presuroso tropel, a tributar homenajes de amor y veneración a la
milagrosa y veneradísima Señora de la Consolación.
Ábrese luego el siglo XVIII
que es, en Venezuela, el siglo mariano por excelencia, con la iniciación del
culto de Nuestra Señora de Copacabana, devoción implantada entre nosotros por
el ilustrísimo señor Antonio de Alceaga, dignísimo Obispo de Venezuela, y que
en Guarenas debía en 1630 hechar hondas raíces, ya que su culto perdura en la
región de Barlovento, lozano y esplendoroso hasta nuestros días.
De la Española recibimos en
1606 la advocación de Nuestra Señora de Altagracia de Quíbor, población
larense, que al igual que Coro, se distingue por la hidalguía y laboriosidad de
sus hijos, quienes veneran con la mayor ternura a la Madre de Dios bajo este
singular título.
En el llanto y desconsuelo de
la provincia, surge el culto a la
Madre de las Mercedes, que Caracas, la mariana ciudad de
Caracas, como a porfía la llaman sus más esclarecidos prelados, con voto pleno
y solemne, en 1633, la elige y proclama por su fiel protectora y su augusta
Reina y sin par defensora.
En 1650 se inicia en Barcelona
el culto a la milagrosa imagen del Totumito y en Valencia el de la Augusta Virgen del
Socorro, uno de los más prestigiados santuarios marianos de Venezuela, casi al
mismo tiempo en Caracas, el de la milagrosa imagen de la Soledad de San Francisco,
que con lujo de munificencia exalta la piedad de sus hidalgos habitantes.
Llega, por fin, el año de
1652, fecha inolvidable en la historia mariana venezolana, pues, en un arranque
de amor inexplicable a nuestra raza dolorida, la misma Virgen, el 8 de
septiembre de dicho año, baja personalmente de la Gloria , y, como en
Guadalupe, Lourdes y en Fátima, visiblemente aparece y se manifiesta a unos
privilegiados habitantes de nuestra exuberante llanura.
Nada más honroso para nuestra
Patria, señores, que esa gloriosa aparición de la Santísima Virgen
de Coromoto, la única habida en Venezuela. Esta advocación de la Virgen , vernácula y muy
nuestra, supera por su origen y excelencia a todas las demás de Venezuela.
Coromoto fue, señores, el
sello de posesión de Venezuela por María, y desde entonces esta nación amada es
herencia y patrimonio de la
Madre de Dios.
Ciérrase el siglo XVII con
Nuestra Señora de la Caridad
de San Sebastián de los Reyes, cuyo cuadro milagroso es, en 1693, triunfalmente
llevado a la prócera ciudad del Capitán Sebastián Díaz de Alfaro.
Principia el siglo XVIII con
el nacimiento de la advocación de Nuestra Señora de la Guía , con cuyo simbólico
nombre, abrió Nuestra Señora la serie de nuevas advocaciones que surgieron por
doquiera en la extensión del patrio suelo: ya es Nuestra Señora de la Corteza , a cuyo culto, en
1702, da origen su milagroso hallazgo. En el mismo tiempo, en Durí, alta cumbre
andina de nuestra gran cordillera, María, cual cedro frondoso, planta su trono
de amor en la santa montaña y desde allí extiende sus ramas protectoras a
cuantos imploran su amparo y protección.
En esta misma época, en 1709,
se coloca el milagroso hallazgo de la
Virgen de Belén de San Mateo, cuyo nombre bendito está
estrechamente vinculado al Padre de la Patria. Imagen que,
hace algunos años, ceñía con la corona de ternura y amor filial de sus hijos,
la augusta mano del representante del Santo Padre. Por la lectura de Venezuela Mariana veremos cómo el
Libertador Simón Bolívar, de espíritu caballeresco y corazón sensible en grado
excelso, conservó siempre en el fondo de su alma, en sugestivo consorcio con
los afectos de familia y los recuerdos de la casa solariega, la dulce y
tradicional devoción a la
Virgen Inmaculada. Sí; en el alma del gran héroe estuvo
siempre vivo el afecto respetuoso a la Excelsa María , como os lo demostrarán varios
episodios narrados en nuestro trabajo.
Surgen luego las advocaciones
y cultos de Nuestra Señora de Curucay de Macarao, de los Valencianos, de Villa
de Cura y de La Pastora
de Caracas, desde cuyo enhiesto y bello templo protege María la capital de la República.
Las imágenes de Nuestra Señora
de Valvanera, honrada del Tocuyo glorioso, de la Peña Admirable de
Parapara, del Arroyo y de la
Zerpa de Torococo se presentan cada una con su interesante y
milagroso origen.
En el año de 1709, Maracaibo,
la perla del Coquibacoa, se ilumina con la prodigiosa renovación del cuadro de
Nuestra Señora de Chinquinquirá, a quien rinde culto de esplendente amor y
veneración a la sociedad zuliana.
Hacia fines del mismo siglo la Divina Pastora de
Santa Rosa, Nuestra Señora de San Juan de Barquisimeto, vienen a enriquecer el
calendario Mariano Nacional.
El siglo XIX ve florecer en
Venezuela el culto a la
Madre Santísima de Dios Nuestro Señor, bajo todas sus formas
y nuevas advocaciones, entre las cuales, podemos considerar como peculiares a
nosotros la Virgen
del Buen Viaje del Yaracuy, en 1860; la Encarnación de Caucagua en 1843; de Coromoto de
Naiguatá, de María Auxiliadora de Güiripa de San Casimiro, en 1892, nombre caro
a vuestro ilustre prelado, pues la creación de este Santuario fue obra de su
dilecto Padre; del Sagrado Corazón de Jesús de Caracas en 1896, milagrosa
imagen ésta, la cual, aunque de reciente erección, ha adquirido, sin embargo,
inmensa celebridad, por los grandes beneficios espirituales que, bajo esta
advocación, María Santísima concede a cuantos acuden a su maternal socorro.
En 1882, el ilustre y santo
presbítero Santiago Machado [15], gloria del sacerdocio venezolano, inicia el
culto de Nuestra Señora de Lourdes en Maiquetía, construyendo en Venezuela la
primera gruta, que al alba Virgen de los Pirineos se erigiera en todo el
continente americano.
Venezuela Mariana
demostrará que por doquiera, en toda la extensión de nuestra Patria, María, la Virgen encantadora, la Madre amorosa, bajo
diversidad de nombres y formas, abre su manto cariñoso para acoger a sus
amantes hijos de Venezuela.
Como la fe de un pueblo se mide
por su culto hacia la
Virgen Santísima y que aquella crece o mengua si ésta se
enfervoriza o entibia, y que pensando en la publicación de Venezuela Mariana podía contribuir a fomentar este culto en nuestra
Patria, presentamos ante el Segundo Congreso Mariano Nacional, nuestro humilde
trabajo, con la esperanza de que la aprobación que se dignen concederle, le
abrirá las puertas a la divulgación y le dará vuelo para ser apóstol de la Excelsa Virgen
Madre de Dios, que es el único deseo que tenemos y es la única esperanza a que
aspiramos.
Antes de bajar de esta
tribuna, como hijo dilecto de María, la Virgen toda hermosura y todo encanto que desde
nuestros tiernos días sedujo y cautivó todos los afectos de nuestra alma; y en
salvaguarda de su gloria y honor, sentimos una irresistible necesidad de
encarecer con férvido acento a todo el Episcopado patrio y a los ilustres
miembros del Segundo Congreso Mariano Nacional, se dignen tomar en seria
consideración el hecho más trascendental de toda nuestra historia Mariana
Nacional: La real y verdadera aparición de la Santísima Virgen
en Venezuela.
La autenticidad de la
aparición de la
Santísima Virgen de Coromoto, es un hecho histórico
indiscutible, y es una grave, gravísima afrenta a la Madre de Dios, que se dignó
dispensarnos tan señalado beneficio, no dar, en Venezuela, a esta aparición de
María, la única, repito, la única habida en nuestra Patria, la importancia que
merece. Por lo tanto, en nombre de la justicia, en nombre de Venezuela toda, a
quien honra y dignifica esta singular merced de la Madre de Dios, que se dignó
concederle, no lo dudéis, por altos fines, dignos de su misericordiosa bondad.
Sí, en nombre de Venezuela y por fin, en nombre de María también, pido al
Episcopado patrio y al Segundo Congreso Mariano, dicten los acuerdos
conducentes para que María Santísima de Coromoto, protectora augusta de
Venezuela, según reza una invocación indulgenciada por Su Santidad el Papa
gloriosamente reinante, reciba el culto debido y ocupe el puesto que de rigor
le corresponde entre todas las advocaciones, bajo las cuales honramos a la Santísima Virgen
en Venezuela. He dicho [16].
12. Peregrinaciones anuales al sitio de la aparición de Nuestra Señora de
Coromoto. Su espléndido y rápido desarrollo
Fue durante la solemne inauguración
del Monumento Nacional de Nuestra Señora de Coromoto, en los días 12 y 13 de
abril de 1928, que tuvo lugar la primera peregrinación nacional al Santuario
Mariano de Guanare. La segunda se efectuó entre el 1º y el 3 de febrero de
1929, y el grupo principal de peregrinos fue de la ciudad de Barquisimeto. Es
conveniente dar a conocer que durante los primeros años el alojamiento se hacía
en casas que se alquilaban con anticipación en Guanare y la comida, enseres y
provisiones eran traídas de Barquisimeto.
El inicio de los hospedajes se
comenzó gracias a la generosa y desinteresada ayuda de Bs. 2.000 que hizo el
reverendo padre Víctor José Pineda, quien en premio a su abnegación y
servicios, fue distinguido después de la famosa Gira Coromotana, de 1952, con el título de Prelado Doméstico de Su Santidad, el cual está vinculado al honroso
calificativo de Monseñor.
Después de estos improvisados
hospedajes se realizó un convenio con la dueña del Hotel Andueza, quien se
comprometió a recibir a las peregrinaciones de Barquisimeto siempre y cuando el
hermano Nectario le suministrara las camas con sus enseres y los servicios de
mesa. Así se hizo durante un buen número de años.
Posteriormente, el Ministerio
de Educación le facilitó el espacioso Colegio Federal mientras el Ejecutivo del
estado cedía un local de su administración.
Más de una vez el hermano
Nectario María me relató que lo hermoso era ver entonces a todas las
peregrinaciones, mal acomodadas y la mayoría de las veces mal alimentadas, en
una pequeña ciudad que entonces carecía de muchas cosas que hacen la vida
agradable; esto, agregado a un calor constante, a veces sofocante, hacía que
para el peregrino, todo allí fuera dificultoso, de donde resultaba que la
peregrinación a Guanare constituía un verdadero acto de fe, devoción y
penitencia.
Lo único que atraía a los
fieles era la Madre
de Dios, la Virgen
de Coromoto, y el secreto del éxito alcanzado era la gracia espiritual que
derramaba la Virgen
Santísima sobre los fieles peregrinos. Contribuían a este
fervor espiritual los actos religiosos que se desarrollaban.
Todos los peregrinos se
confesaban y comulgaban durante los tres días que permanecían en Guanare; las
procesiones de antorchas, los cantos populares, todo elevaba las almas hacia
Dios por María Santísima.
Recuerdo claramente las
palabras de unos camioneros que presenciaron estáticos una procesión de
antorchas; ellos también se entusiasmaron al ver el largo desfile bien ordenado
y cantando todos el “Ave Popular”: “Esto
es grandioso. Ni en el Centro, en Valencia, ni en Caracas, se ve tan grandiosa
manifestación de fe”.
13. Verdadera historia del deterioro de la reliquia
Después de la famosa Gira que realizó la sagrada reliquia de la Santísima Virgen
de Coromoto por toda Venezuela [17], se inculpó al hermano Nectario María de
ser el causante de la rasgadura que presentaba la imagen en medio del pecho de la Virgen y la cabeza del
Niño. Pero, en honor a la más estricta verdad, la razón de la ruptura la
encontramos en la declaración escrita, que sobre la imagen original de Nuestra
Señora de Coromoto de Guanare, presentó bajo juramento el ilustrísimo monseñor
Félix Ignacio Quintana, el 27 de octubre de 1953, ante el presbítero Fernando
Falcón Hurtado, Canciller del Obispado de Barquisimeto y los presbíteros
notarios de la Curia
diocesana José Clemente Montes de Oca y Enrique Díaz Ruiz. En dicho informe, el
mencionado Monseñor afirma:
5.-De mis investigaciones
privadas pude deducir que, durante algún tiempo, la custodia de la Virgen estuvo bastante
descuidada en Guanare, hasta tal punto que el sacristán de la iglesia solía
sacar la imagen de su camarín o sagrario y sentarse con ella en el altozano del
templo, en donde la mostraba a la gente. El nombre propio de este sacristán es
José Amaro […]. Asimismo pude investigar cómo sucedió el deterioro, del cual
vengo hablando, y el cual fue ocasionado así: unas damas devotas estaban
viendo, con una lupa, la imagen de la
Virgen y para ello habían sacado el pequeño relicario de la
custodia donde se guardaba. Por descuido o por nerviosismo, dejaron caer la
lupa sobre el pequeño relicario y se rompió el cristal que le servía de tapa.
Acudieron, entonces, a ponerle otro cristal y trajeron de la casa de la
señorita Heraclia Rodríguez Fontanil, uno que era de un antiguo guardapelo.
Como la reliquia se encontraba adherida al vidrio roto, quizás por la acción
del tiempo, sufrió la rasgadura o deterioro observado después.
6.- Quiero hacer notar que,
después del presbítero Justo Pastor Almario, sirvieron la Parroquia de Guanare
como curas párrocos, los siguientes Sacerdotes: Pbro. Basterrechea, Pbro. Elías
Santamaría y Pbro. Pedro Álvarez, este último, por muy poco tiempo, mientras
duró la ausencia del Pbro. Oraa.
7.- Durante la actuación del
Pbro. Elías Santamaría, fue cuando el hermano Nectario hizo sus primeras
excursiones a Guanare para tomar datos e informes, a fin de escribir su
historia de la aparición de Nuestra Señora de Coromoto. Fue entonces cuando
observó la nueva rasgadura o deterioro, pero no pudo saber, naturalmente, el
suceso de la ruptura del cristal del pequeño relicario, del cual hablé en el
numeral quinto de este informe, por dos razones principales: Primera: se guardó
estricto secreto sobre lo sucedido con el cristal del relicario. Segunda:
cuando el hermano Nectario visitó a Guanare, ya el pequeño relicario de la Virgen tenía su nuevo
vidrio, tomado de un antiguo guardapelo, según lo manifesté en el numeral
quinto de este informe.
8.- Últimamente se ha hablado
de un gran desperfecto de la imagen. De éste, así llamado “gran desperfecto”,
sólo puedo dar el siguiente testimonio: cuando el excelentísimo y reverendísimo
señor Nuncio Apostólico en Venezuela, monseñor Amando Lombardi, visitó en el
mes de enero de 1951 el Santuario de Guanare, fui a esta ciudad en la comitiva
que acompañó al señor Nuncio. Su excelencia, después de haber dado a besar a
los fieles la imagen de la
Virgen , estuvo observándola muy atentamente. Fue entonces
cuando el excelentísimo señor Benítez Fontúrvel, Obispo diocesano de
Barquisimeto, quien se encontraba presente, me invitó a ver también y con
debida atención, la imagen, a fin de que observara la rasgadura o deterioro que
tenía y diera mi opinión al respecto. Ciertamente no pude hacer una detenida
observación, porque las circunstancias del momento no lo permitían, pero sí
pude darme cuenta de que el tal desperfecto no era cosa nueva, sino el mismo
deterioro ya conocido anteriormente y del cual he hablado hasta aquí. Entonces
me limité a decir sobre el particular: lo que interesa saber es que este
deterioro, por sus excelencias observado, ha sido producido por el accidente de
la ruptura del cristal del relicario y su subsecuente sustitución, verificada
bajo un palpable nerviosismo por las devotas que causaron, inconscientemente,
el desperfecto.
9.- Posteriormente he visto
una fotografía que fue tomada muy cuidadosamente de la imagen, por el Dr. R.
Valery Pinau [18] (sic) en 1950, y he quedado sorprendidísimo porque esta
fotografía no representa sino una completa ruina de la imagen. Sin embargo, he
tenido y tengo la firme esperanza y serena convicción de que esta fotografía,
tomada con una lente muy fina y a través del cristal del pequeño relicario, ha
copiado también las manchas que pueda tener la cara interior del mismo.
10.- Cuanto dejo dicho, es lo
que he podido recordar con toda seguridad. He omitido recuerdos confusos como
también lo que no he creído necesario para este informe. Como conclusión final
afirmo y sostengo que el deterioro que hoy se observa en la reliquia de la Santísima Virgen
de Coromoto, no ha sido producida por la gira que la sagrada imagen hiciera, el
año pasado, por toda Venezuela con motivo del tricentenario de su aparición,
sino que ya había sido observado con muchísimos años de anterioridad.
Y en fe de todo lo que dejo
dicho, firmo la presente declaración en la ciudad de Barquisimeto, a los
veintisiete días del mes de octubre del año del Señor de mil novecientos
cincuentitrés [19].
Según puede apreciarse, el
documento es explícito y revela, sin la menor duda, que el Apóstol de Nuestra
Señora de Coromoto en Venezuela, el hermano Nectario María, no tuvo nada que
ver con esas falsas imputaciones que le hicieron.
14. La plaza Hermano Nectario María
Con motivo de cumplirse el 3
de noviembre de 1971 los 380 años de la fundación de Guanare, el Presidente de la República , doctor Rafael
Antonio Caldera Rodríguez, inauguró la plaza Hermano Nectario María, que luce
junto a su estatua una hermosa fuente luminosa, jardines y un amplio teatro al
aire libre.
Esta escultura fue fundida en
bronce por Eduardo Capa en Madrid. Es un acertado estudio que refleja en su
rostro el sugestivo mundo interior del personaje efigiado. En sus manos ostenta
el libro que escribió sobre La Maravillosa Historia de Nuestra Señora de Coromoto, Patrona de
Venezuela. Se encuentra sobre un pedestal de tronco piramidal, y lo
representa de pie, con sotana negra suelta y el cuello blanco, característico
de la Congregación
de los Hermanos de las Escuelas Cristianas. Mide 1,60 metros de alto, y
fue realizada del natural por el escultor sevillano Juan Abascal Fuentes [20].
Al frente de su pedestal lleva
la siguiente inscripción: “Hermano
Nectario María. Homenaje del Ejecutivo del Estado en los 350 años de la
fundación de Guanare. 3-11-1971”.
15. Informe sobre el estado de conservación de la
reliquia
A mediados del mes de
septiembre de 1987, el Obispo de Guanare contrata los servicios de un
restaurador, especialista en papel del Vaticano, quien envía a su mejor
experto, el señor Tiburzo Piero; el 29 de ese mismo mes y año, presenta el
siguiente informe:
I.-
La sagrada imagen se encuentra en un relicario ovalado, de metal, que mide 41 x
33 mm .,
formado por dos partes, base y cornisa. La cornisa y la base no son
perfectamente llanas, en la cornisa hay cuatro ganchos soldados sobre la base,
estas soldaduras están muy oxidadas, el gancho superior de la derecha y el de
la izquierda no son muy fuertes pero sí son resistentes, mientras que el gancho
inferior, es débil; la cornisa tiene adornos de color verde y vino tinto, y
algunos de éstos son incoloros.
II.- La sagrada imagen detrás
del vidrio de protección presenta una mancha de color marrón, con algunos tonos
más oscuros, casi vino tinto de 15
mm . de largo y 7 mm . de ancho, que baja hacia el lado derecho,
casi hacia la mitad de la sagrada imagen; en la parte superior de la mancha, se
nota una oxidación que podría ser causada por el vidrio de protección; esta
mancha esconde la cara de la
Virgen y una mancha negra que esconde por completo al Niño
Jesús que tiene sobre sus piernas la
Virgen ; sobre el lado izquierdo de la sagrada imagen, se
aprecia una pequeña abrasión, que al observarla con un lente, se da uno cuenta
que es de papel, pintada a mano típica del año 1500 ó 1600.
III.- También se notan
manchitas negras y pequeños rastros de colores. En el delicado examen sea a
simple vista o con lámpara de rayos ultravioletas se determina que:
III. 1.- La oxidación de los
ganchos que cierran al relicario de la sagrada imagen se debe al contacto de
ácidos, así como: el sudor de las manos, soldadura no apta, y humedad.
III. 2.- La mancha que
presenta la Sagrada
Imagen podría ser producto de una pulitura o limpieza errada
hecha al relicario, con un exceso de líquido que penetró interiormente, o
también, como información recibida y por pequeños rastros la imagen tenía una
coloración, pasándola del sitio donde estaba a otro más caluroso, por ejemplo,
donde había sol, esto y la humedad, que había absorbido anteriormente, por
residuos de polvo y tinta, sobre la sagrada imagen, mientras que el color
blanco del Niño Jesús, se ha convertido en color negro por la oxidación, el
color blanco y el color negro formado por el óxido de plata y óxido de plomo
con la humedad de los ácidos del papel y de la tinta forman la reacción química
que cambia el color y determina la corrosión del papel.
La mancha superior podría
tratarse de un hongo que se forma sobre el papel cuando éste se encuentra por
largo tiempo en sitio húmedo.
Para decidir a proceder a una
restauración conservativa o a una eventual limpieza de la sagrada imagen se
debería abrir el relicario, pero sería un riesgo ya que la sagrada imagen está
pegada al vidrio, y da la impresión de que la mancha negra con el Niño Jesús,
es casi seguro, que se ha convertido en polvo.
16. Templo Votivo Nuestra Señora de la Coromoto : sitio de Patrimonio Histórico Cultural
Días antes de finalizar su
mandato, el 31 de enero de 1989, el presidente Jaime Lusinchi declaró Sitio de Patrimonio Histórico Cultural
Templo Votivo Nuestra Señora de la
Coromoto , a una extensión de terreno sobre la cual está
construido el templo, y a su área circundante, ubicada en la jurisdicción del
Distrito Guanare del estado Portuguesa.
En este mencionado Decreto se
estipuló:
Que en uso de las atribuciones
que le confiere el artículo 190, ordinales 10º y 22º de la Constitución Nacional
y de conformidad con lo dispuesto en los artículos 16, numeral 4 y 17 de la Ley Orgánica para la Ordenación del
Territorio, en Consejo de Ministros. Considerando que es necesaria la
preservación del Templo Votivo Nacional Nuestra Señora de la Coromoto y su área
circundante, toda vez que su importancia histórica, cultural y religiosa
compromete el interés nacional y colectivo y propiciará una masiva afluencia
turística al sector, razón por la cual se hace necesario regular el uso de su
área de influencia en forma tal que el mismo sea compatible con los objetivos
del templo. Decreta:
Artículo 1º: Sitio de Patrimonio
Histórico Cultural Templo Votivo Nuestra Señora de la Coromoto , a una extensión
de terreno sobre la cual está construido el templo, así como, su área
circundante, ubicada en la jurisdicción del Distrito Guanare del estado
Portuguesa, delimitada por una poligonal cerrada definida por accidentes
físico-naturales y puntos expresados por coordenadas U.T.M. (Universal
Transversa de Mercator), Huso 19, Datum La Canoa los cuales se especifican a continuación:
Partiendo del punto P-1,
situado en la intersección de la carretera Boconoíto-Sipororo-Tucupido-Guanare
con el río Tucupido, de coordenadas N=991.800 m, E= 407.650 m , se continúan
por la margen derecha de dicha carretera hasta su intersección con el río
Guanare, punto P-2 de coordenadas N=999.850 m; E= 410.500 m , siguiendo
aguas abajo por la margen derecha del río Guanare, hasta su confluencia con el
río Tucupido, punto P-3 de coordenadas N= 985.150 m , E= 420.150 m ; continuando
aguas arriba por este último río por su margen izquierda hasta su intersección
con la carretera Boconoíto-Sipororo-Tucupido-Guanare, en el punto P-1, ya
descrito.
Artículo 2º: El Ejecutivo
Nacional por órgano del Ministerio de Relaciones Interiores, procederá a
demarcar los linderos definidos en el artículo anterior, dentro de un plazo de
dos (2) años, a partir de la publicación del presente Decreto.
Artículo 3º: El Ministerio de
Relaciones Interiores junto con los Ministerios del Ambiente y de los Recursos
Naturales Renovables y del Desarrollo Urbano, elaborarán el correspondiente
plan de ordenación del territorio conformado por el área definida en el
artículo 1º, en el cual establecerán lineamientos, directrices y políticas para
su administración, así como el correspondiente Reglamento de Uso.
Artículo 4º: Los ministros de
Relaciones Interiores, y de los Recursos Naturales Renovables y del Desarrollo
Urbano, quedan encargados de la ejecución del presente Decreto.
Dado en Caracas, a los
treintiún días del mes de enero de mil novecientos ochenta y nueve. Año 178º de
la Independencia
y 129º de la Federación... [21].
17. Invitación al Papa
Con motivo de celebrarse en Roma, el 7 de
mayo de 1995, la beatificación de Laura Evangelista Alvarado Cardozo, Madre
María de San José, el Presidente de la República , doctor Rafael Antonio Caldera
Rodríguez, viajó a Roma y aprovechó esta oportunidad para invitar al Santo
Padre a la inauguración del Santuario Nacional; seguía así fielmente la
petición de la Madre
de Dios de honrar el sitio de su aparición el 8 de septiembre de 1652, bajo la
advocación que Ella misma eligió.
18. Visita del Presidente de la República de Venezuela
El jueves 7 de
diciembre de 1995, el señor presidente de la República doctor Rafael
Antonio Caldera Rodríguez realizó una visita de inspección a las obras del
Santuario de Nuestra Señora de Coromoto, en las cercanías de la ciudad de
Guanare.
19. De Templo Votivo a Santuario
El domingo 7 de enero de 1996,
su excelencia monseñor Oriano Quillici, Arzobispo titular de Tabla y Nuncio
Apostólico en Venezuela, asciende a la categoría de Santuario, el monumental
Templo Votivo de Nuestra Señora de Coromoto, Patrona de Venezuela. En esta
celebración el señor Nuncio estuvo acompañado por el Episcopado venezolano y
las más altas autoridades del país.
En ese mismo acto, monseñor
Alfonso de Jesús Alfonzo Vaz, en representación de la Asociación Civil
Venezuela a la Virgen
de Coromoto, hizo entrega del Santuario a la Diócesis de Guanare y
ésta a su vez lo remitió a la Conferencia Episcopal.
20. Venida del Santo Padre
El 9 de febrero de 1996, el
papa Juan Pablo II distinguió a Venezuela con su presencia, con el fin de
inaugurar el Santuario Nacional, en Guanare, estado Portuguesa; y así, honrar
las dilectas tierras de su aparición, que Ella misma escogiera para
manifestaciones de clemencia y misericordia, como sede de sus bondades y de su
material protección, sentando en ellas su trono de amor y bendición. De acuerdo
con el Episcopado venezolano, durante la ceremonia, el Santo Padre pronunció
una emotiva homilía en la que expresó la inmensa alegría que le concedía la Divina Providencia ,
al poder inaugurar el Santuario Nacional de la Virgen de Coromoto, cuya
imagen coronó en su anterior viaje, encomendándole los hijos e hijas de este
noble país, quienes le tributan una gran devoción, gracias al amor y devoción
de tantos hombres y mujeres que la han propagado y entre quienes destacaba
particularmente “un religioso de las
Escuelas Cristianas: el hermano Nectario María”.
Por considerarlo de singular
trascendencia, lo reproducimos íntegro a continuación:
Homilía del Santo Padre Juan Pablo II, en Guanare, el sábado 10 de febrero
de 1996, con motivo de la
inauguración del nuevo Santuario de Nuestra Señora de Coromoto [22].
«Tú eres el orgullo de nuestro pueblo» (Jdt 15, 9).
1. En los numerosos santuarios
marianos que se levantan en tantos lugares de la tierra, repetimos estas
palabras del Libro de Judit, para expresar nuestra alegría porque la Madre de Dios ha establecido su morada en medio
de su pueblo. Hoy pronuncian estas mismas palabras los habitantes de
Venezuela, que precisamente aquí, en Coromoto, se reúnen para venerarla como Patrona de su Patria.
Yo expreso también
la inmensa alegría que me concede la Divina Providencia
al poder inaugurar hoy este Santuario Nacional de la Virgen de Coromoto, cuya
imagen coroné en mi anterior viaje, encomendándole los hijos e hijas de este
noble país, los cuales le tributan una gran devoción gracias a la labor de
tantos hombres y mujeres que la han propagado y entre los que destaca
particularmente un religioso de las Escuelas Cristianas, el hermano Nectario
María.
Desde el 8 de septiembre de
1652, Santa María de Coromoto acompaña la fe de los indios y los blancos, de
los mestizos y los negros de la tierra venezolana. A Ella, la Madre tan amada, le digo una
vez más: «Tú que has entrado tan adentro
en los corazones de los fieles a través de la señal de tu presencia, ... vive
como en tu casa en estos corazones, también en el futuro [23]».
«Desde ahora me felicitarán todas las generaciones» (Lc 1, 48), dijo María al visitar a su
prima Isabel. Precisamente estas palabras se cumplen en tantos y tantos lugares
de la tierra, y también aquí, en vuestra Patria, y de forma particular en este
Santuario mariano.
Junto con los cardenales que
me acompañan, me complace saludar reverentemente al señor Presidente de la República y demás
autoridades presentes. Agradezco al obispo monseñor Alejandro Figueroa Medina
las palabras de bienvenida que me ha dirigido. Saludo al Presidente y miembros
de la
Conferencia Episcopal , así como a todos los sacerdotes,
religiosos, religiosas y fieles que en tan gran número habéis venido a venerar
conmigo, con amor y devoción, a la
Madre y Virgen de Coromoto, Patrona de Venezuela.
2. En la Carta a los Gálatas san
Pablo habla de la maternidad de María: «Cuando
se cumplió el tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer» (Ga 4,4). El «cumplimiento del tiempo» indica lo que se expresa tan intensamente
en el Adviento, es decir, que la venida del Hijo de Dios estuvo precedida por
un período de espera y preparación.
Ese mismo tiempo de espera y
preparación se cumplió aquí, durante la primera siembra del Evangelio a cargo
de los misioneros, cuya tarea, aunque dura y difícil, encontró el terreno
abonado en el corazón de los hombres y mujeres sedientos de trascendencia y de
los valores superiores que dan sentido a la vida humana. En todo momento, la
figura cercana y materna de María ha sido el mejor modelo a imitar y seguir.
Así, a medida que sobre estas tierras se realizaba el mandato de Cristo, a
medida que con la gracia del bautismo se multiplicaban por doquier los hijos de
la adopción Divina, aparece también la Madre [24].
3. Dios envió a su Hijo nacido de Mujer. Esto tuvo lugar en la noche
de Navidad, como nos lo recuerda también el Evangelio de san Lucas que acabamos
de escuchar. Ahí están los pastores que, en las cercanías de Belén guardaban
sus rebaños, ven a medianoche una gran luz y oyen las palabras del anuncio del
ángel que les llama a acudir a aquella gruta. A continuación se dirigen allí y
encuentran a María con José y el Niño, colocado en un pesebre (cfr. Lucas 2, 8-17). Es ésta la
descripción sintética del acontecimiento presentada por san Lucas.
San Pablo en la Carta a los Gálatas muestra
una dimensión más profunda de este acontecimiento. «Dios envió a su Hijo nacido de una mujer ... para rescatar a los que
estaban bajo la ley, para que recibiéramos el ser hijos por adopción. Como sois
hijos Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama: ¡Abbá!
(Padre)» (Gálatas 4, 4-7). La plena dimensión de este misterio no es
sólo de carácter histórico. Nos lo expresa san Juan en el Prólogo de su
Evangelio: «El Verbo se hizo carne y
acampó entre nosotros ... Pero a cuantos La recibieron les da poder para ser
hijos de Dios» (Juan 1, 14.12).
Por eso el Nacimiento del Señor es al
mismo tiempo la fiesta mariana más grande. Veneramos la divina maternidad
de la Madre de
Dios, mediante la cual el Verbo eterno se hizo hombre. La Sabiduría de Dios «ha echado raíces en un pueblo glorioso»
(cfr. Si 24, 12), en el Pueblo de
Dios y, por medio de él, en todas la naciones que acogen la Buena Nueva de la
salvación.
4. «María conservaba todas estas cosas meditándolas en su corazón» (Lucas 2, 19).
María es un testigo singular del misterio Divino de la Encarnación y de la Redención. Lo es como
Madre. Una madre experimenta de modo único y exclusivo lo que es el nacimiento
de un hijo. A su vez sigue también muy de cerca toda la vida del hijo,
empezando por los años de la infancia. El Evangelio presenta, de modo sintético
pero totalmente transparente, el testimonio de esta experiencia materna
de María, el cual abarca
no sólo los años de la infancia sino también el tiempo de su vida pública, su
actividad mesiánica en Israel y después la pasión, muerte en cruz y
resurrección.
Si a lo largo de los siglos se
han multiplicado en tantos lugares de la tierra los santuarios marianos, si son
tan numerosos en América Latina y también aquí en Venezuela, entre los que
destaca éste de Coromoto donde nos reunimos hoy, es precisamente porque para la Iglesia , para todos
nosotros, es muy importante el testimonio
materno de María sobre Cristo. Con su solicitud acompaña la difusión del
Evangelio en todas las naciones. Este testimonio de María tiene una importancia
particular para el continuo crecimiento y expansión de la Iglesia. María es
Madre de la Iglesia
porque es la Madre
de Cristo.
¡Qué profundas son pues las
razones para que vuestra Nación cristiana repita en este Santuario: «Tú eres el orgullo de nuestro pueblo»! (Jdt 15, 9).
5. María está presente en medio del Pueblo de Dios, convocado por la
voluntad del Padre en la Iglesia. Esta
presencia de María –como escribí en la Encíclica «Redemptoris
Mater»– encuentra múltiples medios de expresión en nuestros días al igual
que a lo largo de la historia de la Iglesia. Posee también un amplio radio de acción:
por medio de la fe y la piedad de los fieles, por medio de las tradiciones de
las familias cristianas o “iglesias domésticas”, de las comunidades
parroquiales y misioneras, de los institutos religiosos, de las diócesis, por
medio de la fuerza atractiva e
irradiadora de los grandes santuarios, en los que no sólo los individuos o
grupos locales, sino a veces naciones enteras y continentes buscan el encuentro con la Madre del Señor, la que
es bienaventurada porque ha creído (Redemptoris
Mater [25], 28).
¡María, Templo de la Nueva Alianza y
Morada de Dios entre los hombres, está
presente! La inauguración de este Santuario Nacional, lugar de encuentro
con Dios de manos de la Madre
del Redentor, es una invitación a revitalizar la fe; a amar a la Iglesia y a la humanidad
con el mismo amor de Cristo; a llevar a cabo la nueva evangelización en la
línea de las bienaventuranzas, con espíritu de pobreza, mansedumbre, aceptación
de los sufrimientos y persecuciones, trabajando por la justicia y la paz; a
comprometerse en la edificación de una sociedad más fraterna y solidaria; en
definitiva, es una invitación a la santidad, «presupuesto fundamental y condición insustituible para realizar la
misión salvífica de la Iglesia »
(Christifideles laici [26], 17).
6. A los pies de Nuestra
Señora quiero depositar una vez más todas estas súplicas:
Virgen y Madre nuestra de
Coromoto, que siempre has preservado la fe del pueblo venezolano, en tus manos
pongo sus alegrías y esperanzas, las tristezas y sufrimientos de todos tus
hijos.
Implora sobre los obispos y
presbíteros los dones del Espíritu, para que, fieles a sus promesas sacerdotales,
sean infatigables mensajeros de la Buena Nueva , especialmente entre los más pobres y
necesitados.
Infunde en los religiosos y
religiosas el ejemplo de tu entrega total a Dios, para que en el servicio
abnegado a los hermanos los acompañen en sus trabajos y necesidades.
Madre de la Iglesia , alienta a los
fieles laicos, comprometidos en la Nueva Evangelización ,
para que, con la promoción humana y la evangelización de la cultura, sean
auténticos apóstoles en el tercer milenio.
Protege a todas las familias
venezolanas para que sean verdaderas iglesias domésticas, donde se custodie el
tesoro de la fe y de la vida, se enseñe y se practique siempre la caridad
fraterna.
Ayuda a los católicos a ser
sal y luz para los demás, como auténticos testigos de Cristo, presencia
salvadora del Señor, fuente de paz, de alegría y de esperanza.
Reina y Madre
Santa de Coromoto, ilumina a quienes rigen los destinos de Venezuela, para que
trabajen por el progreso de todos, salvaguardando los valores morales y
sociales cristianos.
Ayuda a todos y cada uno de
tus hijos e hijas, para que con Cristo, Nuestro Señor y Hermano, caminen juntos
hacia el Padre en la unidad del Espíritu Santo.
Amén.
21.
Restauración de la reliquia
Con autorización de la Conferencia Episcopal ,
se realizó el blanqueamiento de la imagen de la reliquia original de la Virgen de Coromoto, Patrona
de Venezuela.
El soporte donde reposa la
imagen está hecho de un material que parece fibra de algodón planchado, de
textura rugosa. Mide dos centímetros y medio de largo por dos centímetros de
ancho.
Como custodios actuaron
monseñor José Manuel Brito, Rector de la Basílica Menor
Nuestra Señora de Coromoto y el señor José Luis Matheus.
La restauración fue ejecutada
por los expertos en conservación de documentos, Pablo Enrique González y Nancy
Morella Jiménez. Esta última fue la encargada de restaurar el Acta de la Independencia de
Venezuela.
El proceso se realizó en un
laboratorio instalado en la posada Bella Señora que se encuentra en los predios
del Santuario Nacional de la
Virgen de Coromoto, en Guanare.
Después de ser remozada, se
pudieron evidenciar con más claridad sus rasgos autóctonos. Se observó que las
tramas de la pared de cañas o columnas laterales que sirven de contexto a la
imagen de la Virgen
estaban formadas por palmas, en las que resaltan algunos escritos indígenas.
Al ver el ojo izquierdo con un
microscopio se detectó una amplia definición, destacándose de manera clara el
orbe ocular, el iris y el conducto lacrimal.
Igualmente se pudo comprobar
que en las líneas principales de la imagen se observan pequeñas perforaciones
redondas, hechas posiblemente con una aguja fina o alfiler.
La restauración fue posible
gracias al apoyo económico y profesional de la Fundación María
Camino de Jesús, con sede en Maracaibo, la cual es presidida por el señor José
Luis Matheus.
Como se puede observar, el
hermano Nectario María penetró a la investigación histórica a través de su
devoción mariana.
Luego vendría una serie de
publicaciones de señalada importancia, entre las cuales podemos mencionar: Ayacucho, La
Tragedia de
Berruecos, Últimos días y muerte del
Libertador, y su ya famosa Historia
de Venezuela. De esta última, el ilustre historiador Mario
Briceño-Iragorry, al comentar la primera edición, expresó:
Ninguno de los textos en uso
sobre Historia Patria reúne las condiciones del presente escrito en claro
estilo, lleno de información concisa y nutrida, distribuido conforme a las
exigencias del arte pedagógico; no es ni la obra ligera donde se sacrifica el
dato en provecho de la sencillez escolar, ni el conjunto de relatos informes
que detienen, lejos de darle progreso, el aprendizaje de la Historia.
Para realizar esta proficua
labor, el hermano Nectario María recorrió con ejemplar perseverancia los
archivos de Colombia (Bogotá), España (Barcelona, Cáceres, Cádiz, El Viso,
Madrid, Mérida, Segovia, Sevilla, Simancas y Trujillo), Estados Unidos,
Francia, Inglaterra, Italia, Portugal y Santo Domingo; y en cada uno de ellos,
desempolvó esos amarillentos e ilegibles legajos que guardan con celosa
avaricia tantos datos ignorados.
Su copiosa obra
bibliohemerográfica supera los 518 títulos y el trabajo que realizó el hermano
Nectario María en el Archivo General de Indias comprende tres aspectos
esenciales: el primero, la formación de un fichero a base de los documentos que
se refieren a Venezuela en las distintas secciones del mencionado repositorio.
Estas fichas ascienden a 112.623 (29.855 páginas), desglosadas de la siguiente
manera: Audiencia de Santo Domingo: 36.246 fichas (10.626 páginas); Audiencia
de Caracas: 50.668 fichas (11.896 páginas); Audiencia de Santa Fe: 9.042 fichas
(2.598 páginas); Sección Estado: 2.476 fichas (773 páginas); Sección Juzgado
Arribadas: 12.359 fichas (3.681 páginas); Sección Correo de Ultramar: 1.832
fichas (281 páginas); el segundo, la transcripción de la documentación fichada,
la cual es conocida con el nombre de la colección “Traslados del Hermano
Nectario María”, la cual sobrepasa los 1.561 volúmenes, divididos en 18
colecciones, a saber: Independencia, tomos 1 al 62; Fundación de Trujillo,
tomos 63 al 80; Barinas, tomos 81 al 116; Los Andes, tomos 117 al 168; Mérida,
tomos 169 al 229; Cumaná, tomos 230 al 343; Caracas, tomos 344 al 543;
Enseñanza, tomos 544 al 549; Valencia, tomos 550 al 563; San Cristóbal, tomos
564 al 573; Maracaibo, tomos 574 al 644; Ejército Expedicionario de Costa
Firme, tomos 645 al 1.396; Los Belzares, tomos 1.397 al 1.434; Archivo Miguel La Torre , tomos 1.435 al 1.488,
Archivo Archidiocesano de Caracas, tomos 1.489 al 1.492; British Museum, tomos
1.493 al 1.506; Gobernadores, tomos 1.507 al 1.513; Varios, tomos 1.514 al
1.561; y el tercero, se circunscribe a la edición de algunas obras, producto de
esta titánica actividad, donde estudió a los más importantes personajes y
pueblos de la nación venezolana [27].
Su periplo vital culmina en el
colegio La Salle
de la Colina ,
de Caracas, cuando exhala su último suspiro en la noche del 3 de octubre de 1986,
faltándole apenas veinticinco días para cumplir 99 años.
NOTAS
* Historiador venezolano. Presidente de la Fundación Hermano
Nectario María para la Investigación
Histórico-Geográfica de Venezuela. Entre sus obras se pueden
mencionar: Catálogo de la documentación existente en el Archivo General de
Indias sobre la revolución de Gual, España y Picornell, y Contribución a la
bibliografía de Horacio Jorge Becco (1946-2005).
[1] Llegó de Francia a
Venezuela el jueves 6 de marzo de 1913, cuando tenía 25 años de edad, para
formar parte del grupo fundador del Colegio La Salle en Venezuela. Los otros miembros fueron: el
hermano Facundo Tomás (Simón Sáiz Espiga), Director, Asclepiades Jean (Geormes
Marie Rouff Eisenkremer), Arístides Bruno (Camille Miolliex), Bernal Urbano
(Gelín Jean Baptiste) y Luis Eduardo (César Eduardo Darquéa).
[2] Quien era oriundo de
Guanare y había sido párroco de su iglesia, y para ese entonces ejercía el
curato de Tucacas.
[3] Véase: F. Izquierdo Martí, Tradiciones Marianas en Venezuela. Prólogo del doctor Nicolás E.
Navarro, Protonotario Apostólico. Editorial Sur-América. Caracas 1929. 82 p. 23 cm . Colección de artículos
publicados en 1904 en un periódico sabatino denominado La
Inmaculada , acerca de las diversas advocaciones con las
cuales se le rinde culto en Venezuela a la Virgen María.
[4] Nació en Bogotá, en
diciembre de 1671. Falleció en Caracas, el 22 de noviembre de 1738. Se
desempeñó como Alcalde de Caracas en los años 1699, 1710 y 1722; igualmente fue
Regidor perpetuo de Caracas, en 1703. Como historiador, fue autor de la Historia de la conquista y población de la provincia
de Venezuela (1723).
[5] Su nombre completo era François-Raymond-Joseph
Depons. Nació en Soustons, Francia, en 1751. Murió en París, en 1812. Fue agente
político del gobierno francés en la parte occidental de la isla de Santo
Domingo y en Venezuela, autor del célebre Voyage
a la partie orientale de la
Terre-firme : dans l`Amérique Mériodionale, fait pendant les
années 1801-1804... / par F. Depons. A Paris: Chez Colnet... [et al.], 1806. 3 v.: mapa (dobl.), planos; 20 cm . Enc. hol. Incluye: table des chapitres. Contenido parcial: Description de la capitainerie gérérale de
Caracas, composée des provinces de Venezuela, Maracaibo, Varinas, La giane
Espagnoe, Cumana, et del `Ile de Garguerite: en refermant tout ce qui a rapport
a la decouverte, a la conquéte, a la topographie, a la législation, au
commerce, aux finances, aux hábitans et aux productions de ces provinces; avec
un perçu des moeurs et usages des espagnols, et des Indiens sauvages et
civilices. Esta obra ha
sido traducida al castellano: F. Depons,
Viaje a la parte oriental de Tierra
Firme. Tip. Americana. Caracas 1930. vii, xix, 518 p.: plano; 24 cm . Hay otra edición: F. Depons, Viaje a la parte oriental de Tierra Firme en la América Meridional. Trad. Enrique Planchart; estudio preliminar y notas de Pedro Grases.
Banco Central de Venezuela. Caracas 1960. cii, xxiii, 269 p.: il., retr., mapa
(pleg.); 23 cm .
Véase: P. Grases, El
viajero Francisco Depons, 1751-1812. Gráfica Americana. Caracas 1960.
[6] Eran presos
encadenados que la administración del general Juan Vicente Gómez hacía
trabajar, y se llamaban así por lo llamativo de su traje.
[7] Nació el 5 de febrero
de 1846, en Piedra Colorada, jurisdicción del municipio Bobare del Distrito
Barquisimeto. Falleció el domingo 26 de septiembre de 1926 a la edad de 80 años.
Durante su gestión como Obispo de Barquisimeto y Coro logró fundar: el
Seminario diocesano; el Asilo del Sagrado Corazón; el Instituto de la Inmaculada Concepción ;
el Instituto La Salle ;
la Adoración
Perpetua de las Siervas del Santísimo Santo; el Hospital La Caridad
y el Asilo de huérfanos. El 7 de junio de 1922, el hermano Imier de Jesús,
Superior General de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, le confirió, en
homenaje de gratitud, las letras de Afiliación, por ser su insigne bienhechor.
[8] Según expresaba su
autor en el prólogo, pensaba publicarlo. Este escrito se encontraba en el
desaparecido Museo Coromotano del Obispado de Guanare.
[9] Nació en Segovia,
España. Murió en Caracas, el 6 de mayo de 1747. Fue designado decimonoveno
Obispo de la Diócesis
de Venezuela por bula expedida por Clemente XII, el 22 de diciembre de 1738.
Cuando llegó a Caracas, el 22 de noviembre de 1739, se presentó un grave
conflicto, pues el anterior Obispo, José Félix Valverde, se negó a aceptarlo
alegando que no había sido notificado. De esa manera, se presentó el caso de
haber dos obispos en legítima posesión de una misma jurisdicción espiritual.
Ante esta circunstancia el Rey reprende al Cabildo Eclesiástico por haberle
dado posesión, y anula su nombramiento. Al poco tiempo, el 23 de febrero de
1741, fallece en Barquisimeto el Obispo titular y al cerciorarse el Rey de la
vacante, propone al Sumo Pontífice confirmar su nombramiento. El papa Benedicto
XIV accede, y el 30 de mayo de 1742 le expide nuevas Bulas, y toma posesión el
30 de marzo de 1743.
[10] Este manuscrito fue
escrito en Guanare por el doctor Carlos de Herrera y Fernando Capdevila,
Notario Público y de Visita, el 3 de febrero de 1746 y finalizado el 7 de marzo
del mismo año. Consta de 114 páginas, forradas con badana negra. Las 97
primeras contienen las declaraciones de los 14 testigos citados, y las 17
últimas, la información del doctor Posadas, la cual fue agregada al documento.
Contiene las declaraciones de los testigos oculares de ese singular
acontecimiento. El original de este laborioso y riguroso trabajo, escrito por
su autor con una fina y delicada caligrafía itálica, se encuentra en el archivo
del Obispo de Guanare. La transcripción paleográfica de este documento se puede
ver en Nuestra Señora de Coromoto.
Patrona de Venezuela. Litografía Tecnocolor. A. C. Venezuela a la Virgen de Coromoto. Caracas
1996. pp. 126-140, y en Virgen de
Coromoto. Patrona de Venezuela. Edición especial de La Maravillosa Historia de Nuestra Señora de Coromoto del hermano Nectario María y la
inclusión de Pensamientos Marianos del papa Juan Pablo II. Apéndice:
Investigación de David R. Chacón Rodríguez. (Recoge una serie de datos
históricos sobre La Virgen
de Coromoto a partir de 1953, año en el cual concluye su estudio el hermano Nectario
María, hasta el momento actual). 1986. 160 p. Véase: Documento que prueba el hecho histórico de la Aparición de Nuestra
Señora de Coromoto, pp. 82-109. Igualmente será publicada en la última
edición de La Maravillosa Historia de Nuestra Señora de Coromoto, escrita
por el hermano Nectario María, que está en prensa.
[11] Por haber sido esta
sabana asiento de la pequeña tribu de los Cospes, entonces desaparecida, al
llegar a ella los Coromotos, siguieron erróneamente designándolos con el mismo
nombre.
[12] En las pp. 302-303
se reproduce la única foto que se conoce del pequeño monumento que existía en
el caserío de Curpa señalando el sitio que ocupaba la casa natal del general
José Antonio Páez. La inscripción decía: “Gral.
José A. Páez, nació aquí. Junio 12 de 1790”. En su autobiografía dice que pertenecía al cantón de Araure, de
la provincia de Barinas, lo cual era cierto para la fecha que escribía, pero no
cuando nació, porque en 1790 Curpa de Acarigua era de la jurisdicción de la Villa de Araure y de la
provincia de Caracas.
[13] Nació en Bráfim, España, el 24 de diciembre
de 1721. Falleció en Caracas, el 20 de febrero de 1792. Fue Obispo de la Diócesis de Puerto Rico y
de sus anexos insulares y continentales del oriente venezolano de 1761 a 1769, y luego Obispo
de la Diócesis
de Venezuela de 1770 a
1792. Durante su gestión realizó vastas y minuciosas visitas pastorales de
ambas diócesis, recorriendo así una gran extensión del actual territorio
venezolano. Este precioso y raro ejemplar que describe el padre Pablo Ojer
Celiguetta, en 1957 pasa a ser propiedad del Colegio de los Hijos de San José
de Calasanz (Patrono de todas las escuelas populares del mundo) de Carora. Se
trata del ejemplar enviado al señor marqués de Sonora, Secretario de Estado y del
Despacho Universal de Indias, a fin de que se sirva ponerlo en noticia de Su Majestad el Rey. Lleva
por título: Relación/ y testimonio
íntegro/ de la Visita
General / de este Obispado de/ Caracas y Venezuela/ hecha/ por
el Ilmo. Señor/ D.D. Mariano Martí/ en el espacio de doce años, tres meses y
veinte y dos/ días, transcurridos desde ocho de diciembre/ de mil setecientos
setenta y uno, que la comenzó/ en la Santa Iglesia / Catedral/ hasta treinta de marzo
de mil setecientos ochenta y/ cuatro que la concluyó/ en el pueblo de Guarenas/
Se ha formado dicha relación/ de orden de su Señoría ilustrísima/ por su
Secretario de Cámara/ D. José Joaquín de Soto/ que autorizó las Actas/ y le
acompañó en toda la Visita /
como Notario/ de ella. Tiene 675 hojas, de las cuales 652 corresponden al
manuscrito, las restantes están formadas por los cuadros resúmenes de la visita
realizada, el título y el índice. En el Archivo General de Indias en Sevilla,
hemos conseguido un ejemplar en la Sección Audiencia de Caracas, Legajo 959, con el
título Relación de la visita general del
Obispado de Caracas hecha por el ilustrísimo señor doctor don Mariano Martí.
Obispo de Caracas. Fue publicado de manera incompleta por Parra León
Hermanos, en 1928, a
sugerencia de reverendo hermano Nectario María, lo que nos permite afirmar que
gracias a él se debe la conservación de este valioso libro, ya que sin su
intervención difícilmente hubiese durado un par de meses más sin ser totalmente
consumido. La edición impresa tomó como base el ejemplar que se encuentra en el
Archivo Arquidiocesano de Caracas, y corresponde en el Archivo General de
Indias hasta la mitad de la página 666, es decir falta editar la diferencia
entre las folios 666 al 691 vto. Véase: D. R. Chacón
Rodríguez, Guía del Archivo General
de Indias de Sevilla e Inventario de la Sección V Audiencia de Caracas. Fundación
Hermano Nectario María para la Investigación
Histórico-Geográfica de Venezuela. Caracas 1999; y M. Martí (Obispo de Caracas), Documentos relativos a su visita pastoral de
la Diócesis
de Caracas. 1771-1784 / Estudio preliminar y coordinación por Lino Gómez
Canedo, O.F.M. Caracas 1969. 7 v.; 23 cm . (Fuentes para la Historia Colonial
de Venezuela. Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia ; v. 95-101).
Contiene: I. Libro personal, cxi, 637 p., 3 h. II. Libro personal. 732 p., 2 h.
III. Inventarios. 359 p., 4 h. IV. Inventarios, xxxv, 362 p., 4 h. V.
Providencias. 476 p., 2 h. VI. Compendio. 454 p., 3 h.
VII. Compendio. 447 p., 3 h.
[14] Esta obra fue
escrita a puño y letra por el propio hermano Nectario María, demostrando en
ella sus cualidades de experto y hábil calígrafo. Se encuentra lujosamente
encuadernada en el Archivo del Obispo de Guanare. La Fundación Hermano
Nectario María posee una copia de este valioso manuscrito.
[15] Nació en la calle
Candelaria de La Victoria ,
el viernes 7 de noviembre de 1850
a las 11 de la noche, producto de la unión matrimonial
de Santiago Machado y León y Bernardina Oyarzábal García. Siguiendo las costumbres
de la época, para corresponder con el santoral del día (san Florencio), le
pusieron el nombre de Santiago Florencio. Falleció el 6 de diciembre de 1939 a la edad de 89 años.
El 25 de septiembre de 1889 funda la congregación de las Hermanitas de los Pobres de Maiquetía.
[16] Discursos, conferencias, poemas y otros escritos del hermano Nectario
María. Edición, presentación, notas e índices de David R. Chacón Rodríguez.
Editado por la
Fundación Hermano Nectario María para la Investigación Histórico-Geográfica
de Venezuela. Caracas 1999.
[17]
Cumpliendo lo dispuesto por el Episcopado Nacional, la sagrada imagen de
Nuestra Señora de Coromoto, en la primera parte del recorrido, visitó las
Diócesis de Calabozo, Guayana, Vicariato Apostólico del Caroní, de Cumaná,
Coro, Maracaibo y Vicariato Apostólico de Machiques. Se hizo desde el 19 de
abril de 1952 hasta el 14 de junio siguiente.
La segunda
parte de la Gira
Coromotana se efectuó después de la Coronación y se inició
por la tarde del 13 de septiembre y terminó el 22 de noviembre, día de su
apoteósica entrada a su elegida ciudad de Guanare, habiendo recorrido las
Diócesis de Barquisimeto, Valencia, las Arquidiócesis de Caracas y Mérida y la Diócesis de San
Cristóbal; y del 12 al 19 de noviembre, las islas Aruba, Curazao y Bonaire.
Este largo pero espléndido y fructuoso recorrido duró exactamente cuatro meses
y cinco días.
[18] Entiéndase Pinaud.
[19] Archivo Diocesano
del Obispado de Barquisimeto: Informe y
declaración sobre el estado de conservación de la reliquia de Nuestra Señora de
Coromoto, Patrona Nacional de Venezuela, presentado por el ilustrísimo monseñor
Félix Ignacio Quintana, Camarero Secreto Supernumerario de Su Santidad y
Canónigo Magistral de la Santa Iglesia Católica de Barquisimeto, ante el
Canciller del Obispado y los Notarios de la Curia diocesana, el 27 de octubre de 1953.
Documento de nueve folios, incluyendo la tapa y la contratapa.
[20] Nace en Sevilla el
26 de julio de 1922. Es el menor de los siete hijos del matrimonio formado por
don Gabino Abascal Domínguez y doña Josefa Fuentes Caro. Este escultor ha hecho
para Venezuela otras esculturas, entre las cuales cabe mencionar el Busto de
don Francisco de la Hoz
Berrío , en Acarigua; San Rafael (Colección Particular);
Nacimiento (Colección Particular) y Nuestra Señora del Real de Barinas.
[21] Véase: Decreto Nº
2.375 del 31 de enero de 1989, mediante el cual “Se declara Sitio de Patrimonio Histórico Cultural Templo Votivo Nuestra
Señora de la Coromoto ,
a una extensión de terreno sobre la cual está construido el Templo, así como su
área circundante, ubicada en la jurisdicción del Distrito Guanare del Estado
Portuguesa”. En: Gaceta Oficial de la República de Venezuela
Nº 34.148 del martes 31 de enero de 1989.
[22] Durante el viaje
realizó la visita pastoral a Guatemala, Nicaragua, El Salvador y Venezuela.
[23] Homilía en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, 27
de enero de 1979.
[24] Idem.
[25] Redemptoris
Mater, 25 de marzo de 1987. II Parte - La Madre de Dios en el centro de la Iglesia peregrina.
[26] Exhortación Apostólica post-sinodal Christifideles laici de Su Santidad
Juan Pablo II sobre vocación y misión de los laicos en la Iglesia y en el mundo.
Dada en Roma, junto a San Pedro, el día 30 de diciembre, fiesta de la Sagrada Familia de
Jesús, María y José, del año 1988, undécimo de mi Pontificado.
[27] Cfr. D. R. Chacón Rodríguez, Trayectoria y testimonios del hermano Nectario María. Fundación
Hermano Nectario María para la Investigación
Histórico-Geográfica de Venezuela. Caracas 2006.
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