viernes, 16 de junio de 2017

Familia y violencia



Emilio Spósito Contreras

LA FAMILIA CONTRA LA VIOLENCIA

I

El individuo, el ciudadano, rara vez se encuentra como tal en la vida social. A quien llamamos ciudadano, normalmente lo encontramos inmerso en grupos sociales– organizaciones humanas intermedias entre el individuo y el Estado–, tales como los partidos políticos, los sindicatos, las asociaciones civiles, etc., pero sobre todo, en el grupo natural denominado familia.
Entenderemos por familia, el conjunto de personas vinculadas por lazos afectivos, morales y jurídicos, en virtud del establecimiento de una pareja que tiene como finalidad la procreación y crianza de la prole.
Se señalan como sujetos (activos y pasivos) de la violencia a las personas individualmente consideradas –v. gr. se habla de números de homicidios por cada cien mil habitantes–; y a los grupos de personas, tales como facciones, bandas… o los propios Estados, pero nunca a las familias.
En cuatro artículos revisados, correspondientes a estudios en diferentes países latinoamericanos (Chile, Colombia, México y Venezuela), subrayaremos los actores de la violencia destacados (pasivos y activos) y las soluciones dadas a la misma.
Proponemos, una relectura de los artículos y sus propuestas considerando a la familia actora de la violencia, como mecanismo para una mejor comprensión y solución del problema de la violencia en nuestras sociedades. Veamos:

II

El artículo 332 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, establece la competencia del Ejecutivo Nacional, concurrente con los Estados y Municipios, en (i) restablecer y mantener el orden público; (ii) proteger a los ciudadanos, hogares y familias; (iii) apoyar las decisiones de las autoridades competentes; y, (iv) asegurar el pacífico disfrute de las garantías y derechos constitucionales, de conformidad con la ley.
Para lo cual, organizará (i) un cuerpo uniformado de policía nacional; (ii) un cuerpo de investigaciones científicas, penales y criminalísticas; (iii) un cuerpo de bomberos y administración de emergencias de carácter civil; y (iv) una organización de protección civil y administración de desastres.
De la redacción de la norma destaca la protección de las familias a la par de los ciudadanos y sus hogares. No obstante, no es usual en la doctrina al respecto existente en Venezuela o en Latinoamérica, encontrar referencias a la familia como sujeto de la violencia. A continuación algunos casos doctrinarios:
Caso I. Democracia y seguridad ciudadana en Chile, de Enrique Oviedo: En el artículo el autor identifica a los siguientes actores de la violencia: el Estado y sus manifestaciones, tales como gobiernos municipales, Carabineros y Policía de Investigaciones de Chile; y los individuos o ciudadanos. También identifica, pero como escenarios de la violencia, a la familia y la sociedad.
En cuanto al problema y sus soluciones, se plantea que a pesar de la baja tasa de violencia experimentada en Chile, existe una alta percepción de ésta, que en lo público estimula una opinión generalizada a favor de medidas represivas, y en lo privado la toma de medidas de seguridad de bienes y personas. Como solución se propone cambiar el tratamiento comunicacional y político del tema.
Caso II. La política de seguridad urbana en Colombia. El caso de Medellín, 2006-2011, de Pablo Emilio Angarita Cañas: En este caso, los actores de la violencia son los ciudadanos, el municipio, bandas delincuenciales, grupos narcotraficantes. Como estrategia de intervención se señala la “promoción de la convivencia familiar”, en la cual la familia es un ámbito de acción. El autor propone el enfoque humano (“Seguridad Humana”) como alternativo al “securitario” o represivo, destacando la protección de los derechos humanos y la aplicación de medidas socio preventivas.
Caso III. La participación de los ciudadanos en la seguridad pública en México. Algunas reflexiones sobre el impacto limitado y los retos de la participación ciudadana organizada en el campo de la inseguridad, de José Alfredo Zavaleta Betancourt: Los actores de la violencia son los individuos, organizados como grupos de participación, y el Estado, en sus diversas manifestaciones (Fuerza Armada y policía). Se propone la participación de la sociedad civil organizada como mecanismo de gestión y control de la inseguridad.
Caso IV. La izquierda y la seguridad. Discursos y estrategias de seguridad ciudadana durante el gobierno bolivariano, de Andrés Antillano: En este caso, el autor titula un capítulo como “Los actores de la seguridad”, en el cual destaca al Estado (gobierno nacional y gobiernos locales) y a la comunidad organizada. En el trabajo se plantea la responsabilidad de los gobiernos populistas en la generación de la violencia cuando se vincula a sus causas principales: pobreza y desigualdad, y la utilización del tema como instrumento de lucha política de la oposición a tales tipos de gobierno.
Ahora bien, coloquemos a la familia como actora en materia de seguridad, más allá de los individuos que la conforman y que solos se encuentran incompletos; normalmente como víctimas de la violencia, pero también, a semejanza de lo que pasa en el tema educativo, como instancia a tomar en cuenta en las políticas públicas para la solución del problema, y veamos que ocurre:
Los problemas en la familia generan violencia a sus integrantes y a la sociedad que sirven de base. En tal sentido, la familia debe ser considerada en sí misma, como victima de la violencia y como agente de ella. La familia juega un importante papel, no sólo en lo social, sino en lo educativo, lo económico y hasta en lo político, por lo que es comprensible que sea indispensables su consideración en las políticas públicas contra la violencia, así como que la familia considere su participación en temas que le atañen, como el de la seguridad.

III

Ha sido una constante en los estudios de la violencia, considerar al individuo, a la sociedad y al Estado como actores de la seguridad, obviando a la familia. En un Estado de individuos, desestructurado, la violencia es expresión de la pobreza, la desigualdad o los abusos de los agentes del Estado.
Pero no se da en la realidad la dicotomía individuo-Estado, sino que el hombre se presenta inmerso en múltiples agrupaciones humanas, entre la que destaca, por natural, la familia. Visto así, entre el individuo y el Estado, se encontraría la asociación familiar, que en su papel de mediadora, semillero de la ciudadanía, es capaz de matizar la pobreza, la desigualdad y la injusticia y, en consecuencia, de evitar o disminuir la violencia.
En tal sentido, las políticas públicas en materia de seguridad deben contemplar a la familia como sujeto de la violencia, en cuanto víctima y posible agente de violencia por dificultades internas. Asimismo, las familias, fortalecidas, deben participar en la toma de decisiones en esta materia, como participan en el tema económico o educativo, a fin de poner al servicio de las familias, la acción pública en materia de seguridad, con seguras consecuencias en lo que respecta a la protección de los derechos humanos.

BIBLIOGRAFÍA

ANGARITA CAÑAS, Pablo Emilio, La política de seguridad urbana en Colombia. El caso de Medellín, 2006-2011. En AA.VV., La inseguridad y la seguridad ciudadana en América Latina. José Alfredo Zavaleta Betancourt, Coordinador. Colección Grupos de Trabajo. CLACSO. Buenos Aires 2012, pp. 259-301.

ANTILLANO, Andrés, La izquierda y la seguridad. Discursos y estrategias de seguridad ciudadana durante el gobierno bolivariano. En AA.VV. La inseguridad y la seguridad ciudadana en América Latina. José Alfredo Zavaleta Betancourt, Coordinador. Colección Grupos de Trabajo. CLACSO. Buenos Aires 2012, pp. 179-203.

OVIEDO, Enrique, Democracia y seguridad ciudadana en Chile. En AA.VV., Violencia, sociedad y justicia en América Latina. Roberto Briceño-León, Compilador. Colección Grupos de Trabajo. CLACSO. Buenos Aires 2003, pp. 313-338.


ZAVALETA BETANCOURT, José Alfredo, La participación de los ciudadanos en la seguridad pública en México. Algunas reflexiones sobre el impacto limitado y los retos de la participación ciudadana organizada en el campo de la inseguridad. En AA.VV., Seguridad en democracia. Un reto a la violencia en América Latina. Alejo Vargas Velásquez (Coordinador). Colección Grupos de Trabajo. CLACSO. Buenos Aires 2010, pp. 43-67.

1 comentario:

  1. Hola, buenas noches. Escribí al correo que me indicaron para recibir información sobre el Libro: Nuestra Señora de Belén devoción del Libertador Simón Bolívar y aún no he recibido respuesta. Gracias.

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