miércoles, 4 de febrero de 2015

Recensiones


AA.VV., Nuestra Señora de Belén, devoción del Libertador Simón Bolívar. San Mateo, 1709-2009. Edición al cuidado de Natalia Boza Scotto y Emilio Spósito Contreras. Sociedad Bolivariana de Venezuela - Fundación Hermano Nectario María para la Investigación Histórica-Geográfica de Venezuela. Caracas 2010, 159 pp. ISBN 978-980-12-4713-5



¿Se acuerda Vd. cuando fuimos juntos al Monte Sacro en Roma a jurar sobre aquella tierra santa la libertad de la patria? Ciertamente no habrá Vd. olvidado aquel día de eterna gloria para nosotros; día en que anticipó, por decirlo así, un juramento profético a la misma esperanza que no debíamos tener.
Simón Bolívar [1]

El Juramento de Bolívar en el Monte Sacro (15 de agosto de 1805), adquiere fuerza y valor en la medida que participa de una realidad trascendente, conmemora un acto mitificado, en este caso: la repetición de la secesión de la plebe romana (494 a. C.)  [2] o, idealmente, retirarse a la montaña –centro del mundo [3]– para fundar una nueva ciudad, en la afirmación del derecho de independizarse del grupo, si éste incumple sus deberes de protección o atenta contra una parte de sus miembros [4].
De esta proposición resulta importante destacar dos de sus tácitas premisas: La primera, los romanos como antepasados de los americanos o la comunidad entre Roma y la América meridional, típicamente bolivariana, es decir la idea de Latinoamérica [5]. Al respecto, entre otras muchas evidencias, bastaría recordar la siguiente declaración del Libertador: “Los ejemplos de Roma eran el consuelo y la guía de nuestros conciudadanos[6]; y, la segunda, la dimensión espiritual, no sólo del Juramento, sino sobre todo, de su autor.
Efectivamente, a pesar del énfasis puesto comúnmente en su formación “enciclopedista” o sus relaciones a veces tirantes con la jerarquía eclesiástica durante la Guerra de Independencia [7], es innegable la religiosidad del Libertador [8], patentizada tanto al predicar la causa del consuelo de sus aflicciones personales: “…Dios es el autor de todos nuestros sucesos, por lo que deben ser todos para bien nuestro. Esta reflexión nos consuela quando estamos en aflicciones; y así, es menester que Vd. no lo olvide[9], como al realizar una acción ritual, “insólita en la historia de los grandes generales de la humanidad[10], consistente en invocar a la Madre de Dios bajo la advocación de la Virgen de Belén, para vencer en San Mateo [11] a las huestes de José Tomás Boves, conocidas como “La Legión Infernal”. Imitación del modelo arquetípico de la lucha entre el bien y el mal, María pisando la cabeza de la serpiente (el caos y la disolución).
Esta característica de la personalidad del Libertador nos remite al llamado del venerado papa Juan Pablo II, quien recordando la obra de Simón Bolívar, señaló:

Superada la fase libertaria que culminó en la Independencia, se trata ahora de ir construyendo progresivamente espacios efectivos de auténtica libertad. Libertad en armonía con la ley divina, en un clima de solidaridad, de justicia generalizada, de respecto a los derechos de cada comunidad política, de cada asociación legítima, de cada sector social o familia [12].

La Virgen María es refugio y esperanza tanto de cristianos como de musulmanes, quienes la veneran según El Corán como la más perfecta creación de Dios [13]. Al mismo tiempo, la ciudad de Belén tiene gran significación para el mundo. De Giorgio La Pira podemos tomarla como síntesis de la idea de ciudad (civitas) y salvación del hombre frente a la amenaza de la destrucción de la humanidad por una guerra nuclear.
Es difícil no relacionar la ciudad de Belén, cuna de Nuestro Señor Jesucristo –y también cuna del rey David–, con nacimiento y María, la Virgen Madrela Virgen de Belén. En este contexto, resulta por lo menos curioso que el Libertador Simón Bolívar, fiel partidario de las ideas políticas de Rousseau, inspiradas en el Derecho público romano, también fuera fervoroso creyente de Nuestra Señora la Virgen de Belén [14], aparecida el 26 de noviembre de 1709 en la localidad venezolana de San Mateo.
La principal noticia sobre el referido fervor del Padre de la Patria  –reproducida en la presente obra–, la encontramos en los trabajos del hermano Nectario María, quien relata la extraordinaria utilización de la imagen de la Virgen para alentar la lucha de los patriotas en la Batalla de San Mateo (25 de marzo –día de la festividad de la Anunciación a María o Encarnación de Nuestro Señor Jesucristo– de 1814) contra los infieles secuaces de José Tomás Boves.
Al cumplirse en noviembre de 2009, 300 años de la aparición de Nuestra Señora de Belén en San Mateo, la Sociedad Bolivariana de Venezuela y la Fundación Hermano Nectario María para la Investigación Histórico-Geográfica de Venezuela, de acuerdo con sus respectivas motivaciones, han coincidido en la necesidad de coordinar y publicar la presente obra, feliz conjunto de trabajos de las más diversas procedencias geográficas (Belén, Jerusalén, Roma, Sassari, San Mateo, Caracas) y los más calificados autores (algunos de ellos traducidos especialmente para esta edición) que, con sorprendente armonía, nos indican en clave científica y al mismo tiempo espiritual, el camino histórico de Venezuela.
Los contenidos del libro son los siguientes:

Presentación

IBRAHIM FALTAS
Betlemme. Là dove tutto ebbe inizio
Belén. Allá, donde todo se inició

VÍCTOR BATARSEH
La ciudad de Belén

NECTARIO MARÍA
La Virgen de Belén venerada en San Mateo, Municipio
del Distrito Ricaurte del estado Aragua

ÁNGEL EDMUNDO FERNÁNDEZ ROMERO
Nuestra Señora de Belén. Patrona de Aragua

ANTONIO ROJAS MATA
Noticias de la Virgen de Belén

DAVID R. CHACÓN RODRÍGUEZ
Influencia del hermano Nectario María en el desarrollo
del culto de la Virgen María en Venezuela

ALFONZO DE JESÚS ALFONZO VAZ
Recuerdos inolvidables del hermano Nectario María

ARTURO CASTILLO MÁCHEZ
¡Ni Dios me quita la victoria!”

PIETRO PAOLO ONIDA
Riflessioni storico-giuridiche sul culto della Madonna di
Betlem in Sardegna

PIERANGELO CATALANO
Da Roma a Betlemme. A proposito della “strategia romana”
di Cristo e degli Apostoli secondo Giorgio La Pira
De Roma a Belén. A propósito de la “estrategia romana”
de Cristo y de los Apóstoles según Giorgio La Pira

Lista de autores

Finalmente, quiero llamar la atención sobre el hecho de que en 1707, los frailes del Convento de San Francisco de Caracas, trajeron la imagen del Santo Niño de Belén [15] que durante veinte años presidió el lugar donde nació Jesucristo, y dos años después, apareció la imagen de la Virgen de Belén en el corazón de nuestra tierra.

Emilio Spósito Contreras [16]

NOTAS

[1] Carta a Simón Rodríguez. Pativilca, 19 de enero de 1824. En S. BOLÍVAR, Doctrina del Libertador, Fundación Biblioteca Ayacucho. Biblioteca Ayacucho, número 1. 3ª edición. Caracas 1985, p. 172.
[2] En la Revolución Francesa se recurrió a la secesión plebeya del Monte Sacro como símbolo de la lucha por la igualdad.
[3] “…zona de lo sagrado por excelencia, la de la realidad absoluta […]. El camino que lleva al centro es un «camino difícil» […]. El camino es arduo, está sembrado de peligros, porque, de hecho, es un rito de paso de lo profano a lo sagrado; de lo efímero y lo ilusorio a la realidad y la eternidad; de la muerte a la vida; del hombre a la divinidad. El acceso al «centro» equivale a una consagración, a una iniciación; a una existencia, ayer profana e ilusoria, le sucede ahora una nueva existencia real, duradera y eficaz” (M. ELIADE, El mito del eterno retorno. Arquetipos y repetición. Traducción de Ricardo Anaya. Alianza Editorial/Emecé. Madrid 2006, p. 26).
[4]El Cielo, que constantemente vela por el triunfo de la virtud, nos ha concedido la victoria contra todos los partidarios de la tiranía, y todos los defensores de los crímenes que han enseñado los españoles en las Américas. Enormes masas de bandidos han atacado los ejércitos de la República, que han vencido siempre a sus indignos enemigos dondequiera que se han presentado, y han disipado las tempestades que han cubierto toda la extensión del horizonte de Venezuela. Esta fortuna la debéis al valor divino de vuestros soldados, sin que yo haya contraído otro mérito que el de adquirir para nuestras armas el triunfo mayor que puede adornarlas: perdonar a sus enemigos después de haberlos vencido. Yo reitero mis anteriores indultos; y a nombre de Venezuela perdono de nuevo, sin restricción alguna, a todos los enemigos de la República, que abandonando los estandartes de los tiranos, se acojan bajo la protección paternal de nuestro benéfico Gobierno” (Proclama a los venezolanos. Valencia, 13 de abril de 1814. En S. BOLÍVAR, Escritos del Libertador. Volumen VI. Sociedad Bolivariana de Venezuela. Caracas 1967, p. 242).
[5]Le due aree europea e latinoamericana formano una sola area spirituale, culturale, giuridica ed anche in certo modo sociale, economica y politica che la scienza giuridica romana saldamente cementa ed unifica. Unitas et pax orbis ex iure” (G. LA PIRA, Mensaje en el Primer Seminario de la Asociación de Estudios Sociales Latino-Americanos. Roma 1974).
[6] Discurso de instalación del Consejo de Estado. Angostura, 10 de noviembre de 1817. En S. BOLÍVAR, Doctrina del Libertador, p. 91.
[7] Al respecto, vid. A. GUTIÉRREZ (S. J.), La Iglesia que entendió el Libertador Simón Bolívar. Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá 1981.
[8] Vid. A. ALFONZO VAZ, Bolívar Católico. Fundación Hermano Nectario María para la Investigación Histórico-Geográfica de Venezuela - Consejo Nacional de la Cultura. Caracas 1999.
[9] Carta a Pedro Palacios Blanco. Bilbao, 23 de agosto de 1801. En S. BOLÍVAR, Escritos del Libertador. Volumen II, p. 99.
[10] NECTARIO MARÍA (Hermano), Ideas y sentimientos religiosos del Libertador Simón Bolívar. Madrid 1978, p. 35.
[11] Parece describir la devotio de los antiguos guerreros romanos.
[12] S.S. JUAN PABLO II, Simón Bolívar y la aspiración latinoamericana a la “Patria Grande”. Centro de Estudios Latinoamericanos, Serie Documentos, número 1. Buenos Aires 1981, p. 6.
[13] “…acuérdate de cuando los ángeles dijeron: «¡Oh, María! Dios te ha elegido y te ha purificado. Te ha elegido sobre todas las mujeres de los mundos»” (III, 37-42).
[14] En la celebración de su festividad, el 26 de noviembre de 2004, a la Virgen de Belén se le nombró Patrona del Estado Aragua.
[15] Talla de autor veneciano realizada en 1677, posteriormente enmarcada en el Retablo del Santo Niño de Belén elaborado por Domingo Gutiérrez, en 1764, para la Iglesia del Convento de San Francisco de Caracas.
[16] Profesor Agregado de Derecho Civil I, “Personas”, de la Universidad Central de Venezuela.

2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Estimado Héctor,
      disculpa el tiempo de respuesta.
      Puedes escribirme a vltimaratio@gmail.com.
      Tengo ejemplares que, con todo gusto, están a disposición de los interesados.
      Saludos cordiales,
      Emilio Spósito

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