AA.VV., Nuestra Señora de Belén,
devoción del Libertador Simón Bolívar. San Mateo, 1709-2009. Edición al
cuidado de Natalia Boza Scotto y Emilio Spósito Contreras. Sociedad Bolivariana
de Venezuela - Fundación Hermano Nectario María para la Investigación
Histórica-Geográfica de Venezuela. Caracas 2010, 159 pp. ISBN 978-980-12-4713-5
¿Se acuerda Vd. cuando fuimos
juntos al Monte Sacro en Roma a jurar sobre aquella tierra santa la libertad de
la patria? Ciertamente no habrá Vd. olvidado aquel día de eterna gloria para
nosotros; día en que anticipó, por decirlo así, un juramento profético a la
misma esperanza que no debíamos tener.
Simón Bolívar [1]
El Juramento de Bolívar en el Monte
Sacro (15 de agosto de 1805), adquiere fuerza y valor en la medida que
participa de una realidad trascendente, conmemora un acto mitificado, en este
caso: la repetición de la secesión de la plebe romana (494 a . C.) [2] o, idealmente, retirarse a la
montaña –centro del mundo [3]–
para fundar una nueva ciudad, en la afirmación del derecho de independizarse
del grupo, si éste incumple sus deberes de protección o atenta contra una parte
de sus miembros [4].
De esta proposición resulta
importante destacar dos de sus tácitas premisas: La primera, los romanos como
antepasados de los americanos o la comunidad entre Roma y la América meridional,
típicamente bolivariana, es decir la idea de Latinoamérica [5]. Al respecto, entre otras muchas evidencias,
bastaría recordar la siguiente declaración del Libertador: “Los ejemplos de Roma eran el consuelo y la
guía de nuestros conciudadanos” [6];
y, la segunda, la dimensión espiritual, no sólo del Juramento, sino sobre todo,
de su autor.
Efectivamente, a pesar del
énfasis puesto comúnmente en su formación “enciclopedista” o sus relaciones a
veces tirantes con la jerarquía eclesiástica durante la Guerra de Independencia [7], es innegable la religiosidad del
Libertador [8], patentizada tanto
al predicar la causa del consuelo de sus aflicciones personales: “…Dios es el autor de todos nuestros sucesos,
por lo que deben ser todos para bien nuestro. Esta reflexión nos consuela
quando estamos en aflicciones; y así, es menester que Vd. no lo olvide” [9], como al realizar una acción ritual,
“insólita en la historia de los grandes
generales de la humanidad” [10],
consistente en invocar a la
Madre de Dios bajo la advocación de la Virgen de Belén, para
vencer en San Mateo [11] a las
huestes de José Tomás Boves, conocidas como “La
Legión Infernal ”. Imitación del modelo arquetípico de la
lucha entre el bien y el mal, María pisando la cabeza de la serpiente (el caos
y la disolución).
Esta característica de la
personalidad del Libertador nos remite al llamado del venerado papa Juan Pablo
II, quien recordando la obra de Simón Bolívar, señaló:
Superada la fase libertaria
que culminó en la
Independencia , se trata ahora de ir construyendo
progresivamente espacios efectivos de auténtica libertad. Libertad en armonía
con la ley divina, en un clima de solidaridad, de justicia generalizada, de
respecto a los derechos de cada comunidad política, de cada asociación
legítima, de cada sector social o familia [12].
Es difícil no relacionar la
ciudad de Belén, cuna de Nuestro Señor Jesucristo –y también cuna del rey
David–, con nacimiento y María, la Virgen Madre … la Virgen de Belén. En este
contexto, resulta por lo menos curioso que el Libertador Simón Bolívar, fiel
partidario de las ideas políticas de Rousseau, inspiradas en el Derecho público
romano, también fuera fervoroso creyente de Nuestra Señora la Virgen de Belén [14], aparecida el 26 de noviembre de
1709 en la localidad venezolana de San Mateo.
La principal noticia sobre el
referido fervor del Padre de la
Patria –reproducida en
la presente obra–, la encontramos en los trabajos del hermano Nectario María,
quien relata la extraordinaria utilización de la imagen de la Virgen para alentar la
lucha de los patriotas en la
Batalla de San Mateo (25 de marzo –día de la festividad de la Anunciación a María o
Encarnación de Nuestro Señor Jesucristo– de 1814) contra los infieles secuaces
de José Tomás Boves.
Al cumplirse en noviembre de
2009, 300 años de la aparición de Nuestra Señora de Belén en San Mateo, la Sociedad Bolivariana
de Venezuela y la
Fundación Hermano Nectario María para la Investigación
Histórico-Geográfica de Venezuela, de acuerdo con sus
respectivas motivaciones, han coincidido en la necesidad de coordinar y
publicar la presente obra, feliz conjunto de trabajos de las más diversas
procedencias geográficas (Belén, Jerusalén, Roma, Sassari, San Mateo, Caracas)
y los más calificados autores (algunos de ellos traducidos especialmente para
esta edición) que, con sorprendente armonía, nos indican en clave científica y
al mismo tiempo espiritual, el camino histórico de Venezuela.
Los contenidos del libro son los siguientes:
Presentación
IBRAHIM FALTAS
Betlemme. Là dove tutto ebbe inizio
Belén. Allá, donde todo se inició
VÍCTOR BATARSEH
La ciudad de Belén
NECTARIO MARÍA
del Distrito Ricaurte del estado Aragua
ÁNGEL EDMUNDO FERNÁNDEZ ROMERO
Nuestra Señora de Belén. Patrona de Aragua
ANTONIO ROJAS MATA
Noticias
de la Virgen
de Belén
DAVID R. CHACÓN RODRÍGUEZ
Influencia del hermano Nectario María en el
desarrollo
del culto de la Virgen María
en Venezuela
ALFONZO DE JESÚS ALFONZO VAZ
Recuerdos inolvidables
del hermano Nectario María
ARTURO CASTILLO MÁCHEZ
¡Ni Dios me quita la victoria!”
PIETRO PAOLO ONIDA
Riflessioni storico-giuridiche sul culto della Madonna di
Betlem in Sardegna
PIERANGELO CATALANO
Da Roma a Betlemme. A proposito della “strategia romana”
di Cristo e degli Apostoli secondo Giorgio La Pira
De Roma a Belén. A propósito de la
“estrategia romana”
de Cristo
y de los Apóstoles según Giorgio La Pira
Lista de autores
Finalmente, quiero llamar la
atención sobre el hecho de que en 1707, los frailes del Convento de San
Francisco de Caracas, trajeron la imagen del Santo Niño de Belén [15] que durante veinte años presidió el
lugar donde nació Jesucristo, y dos años después, apareció la imagen de la Virgen de Belén en el
corazón de nuestra tierra.
Emilio Spósito
Contreras [16]
NOTAS
[1] Carta
a Simón Rodríguez. Pativilca, 19 de enero de 1824. En S. BOLÍVAR, Doctrina del Libertador, Fundación
Biblioteca Ayacucho. Biblioteca Ayacucho, número 1. 3ª edición. Caracas 1985,
p. 172.
[2] En la Revolución Francesa
se recurrió a la secesión plebeya del Monte Sacro como símbolo de la lucha por
la igualdad.
[3] “…zona
de lo sagrado por excelencia, la de la realidad absoluta […]. El camino que lleva al centro es un «camino
difícil» […]. El camino es arduo,
está sembrado de peligros, porque, de hecho, es un rito de paso de lo profano a
lo sagrado; de lo efímero y lo ilusorio a la realidad y la eternidad; de la
muerte a la vida; del hombre a la divinidad. El acceso al «centro» equivale a
una consagración, a una iniciación; a una existencia, ayer profana e ilusoria,
le sucede ahora una nueva existencia real, duradera y eficaz” (M. ELIADE, El mito del eterno retorno. Arquetipos y
repetición. Traducción de Ricardo Anaya. Alianza Editorial/Emecé. Madrid
2006, p. 26).
[4] “El
Cielo, que constantemente vela por el triunfo de la virtud, nos ha concedido la
victoria contra todos los partidarios de la tiranía, y todos los defensores de
los crímenes que han enseñado los españoles en las Américas. Enormes masas de
bandidos han atacado los ejércitos de la República , que han vencido siempre a sus indignos
enemigos dondequiera que se han presentado, y han disipado las tempestades que
han cubierto toda la extensión del horizonte de Venezuela. Esta fortuna la
debéis al valor divino de vuestros soldados, sin que yo haya contraído otro
mérito que el de adquirir para nuestras armas el triunfo mayor que puede
adornarlas: perdonar a sus enemigos después de haberlos vencido. Yo reitero mis
anteriores indultos; y a nombre de Venezuela perdono de nuevo, sin restricción
alguna, a todos los enemigos de la
República , que abandonando los estandartes de los tiranos, se
acojan bajo la protección paternal de nuestro benéfico Gobierno” (Proclama a los venezolanos. Valencia, 13
de abril de 1814. En S. BOLÍVAR, Escritos
del Libertador. Volumen VI. Sociedad Bolivariana de Venezuela. Caracas
1967, p. 242).
[5] “Le due aree europea e
latinoamericana formano una sola area spirituale, culturale, giuridica ed anche
in certo modo sociale, economica y politica che la scienza giuridica romana
saldamente cementa ed unifica. Unitas et pax orbis ex iure” (G. LA PIRA , Mensaje
en el Primer Seminario de la
Asociación de Estudios Sociales Latino-Americanos. Roma
1974).
[6] Discurso
de instalación del Consejo de Estado. Angostura, 10 de noviembre de 1817.
En S. BOLÍVAR, Doctrina del Libertador,
p. 91.
[7] Al respecto, vid. A. GUTIÉRREZ
(S. J.), La Iglesia
que entendió el Libertador Simón Bolívar. Pontificia Universidad Javeriana.
Bogotá 1981.
[8] Vid.
A. ALFONZO VAZ, Bolívar Católico.
Fundación Hermano Nectario María para la Investigación
Histórico-Geográfica de Venezuela - Consejo Nacional de la Cultura. Caracas
1999.
[9] Carta
a Pedro Palacios Blanco. Bilbao, 23 de agosto de 1801. En S. BOLÍVAR, Escritos del Libertador. Volumen II, p.
99.
[10] NECTARIO MARÍA (Hermano), Ideas y sentimientos religiosos del
Libertador Simón Bolívar. Madrid 1978, p. 35.
[11]
Parece describir la devotio de los
antiguos guerreros romanos.
[12] S.S. JUAN PABLO II, Simón Bolívar y la aspiración latinoamericana a la “Patria Grande”.
Centro de Estudios Latinoamericanos, Serie Documentos, número 1. Buenos Aires
1981, p. 6.
[13] “…acuérdate de cuando los ángeles
dijeron: «¡Oh, María! Dios te ha elegido y te ha purificado. Te ha elegido
sobre todas las mujeres de los mundos»” (III, 37-42).
[14] En la celebración de su festividad, el 26
de noviembre de 2004, a
la Virgen de
Belén se le nombró Patrona del Estado Aragua.
[15] Talla de autor veneciano realizada en
1677, posteriormente enmarcada en el Retablo del Santo Niño de Belén elaborado
por Domingo Gutiérrez, en 1764, para la Iglesia del Convento de San Francisco de Caracas.
[16] Profesor Agregado de
Derecho Civil I, “Personas”, de la Universidad Central
de Venezuela.
Dónde puedo adquirir el libro?
ResponderBorrarEstimado Héctor,
Borrardisculpa el tiempo de respuesta.
Puedes escribirme a vltimaratio@gmail.com.
Tengo ejemplares que, con todo gusto, están a disposición de los interesados.
Saludos cordiales,
Emilio Spósito