jueves, 26 de abril de 2018

Historia del mal: ¡Piratas!


Emilio Spósito Contreras

ESBOZO
DE UNA HISTORIA DEL MAL
EN VENEZUELA


F U N D A M E N T O S :
¡Piratas!

Descubierto el Nuevo Mundo, éste se dividió entre las principales potencias del momento: la corona unificada de Castilla y Aragón, y la corona de Portugal. El tratado de Tordesillas recogió esta situación. No obstante, aquellos que fueron excluidos de la repartición, en la medida que aumentaron su capacidad naval, se incorporaron a la exploración, conquista y colonización de América.
Es el caso de Francia, de Holanda y, sobre todo, de Inglaterra, que aunque en un principio se tuvieron que contentar con las sobras de españoles y portugueses, desarrollaron una ofensiva para hacerse con parte de las riquezas provenientes de América. Las justificaciones fueron variadas, pero las dos más importantes fueron: i)  las encarnizadas luchas entre católicos y protestantes; y ii) la actividad corsaria en el marco de las constantes guerras de la época.
Isabel de Inglaterra, reina protestante y vencedora de la guerra en el mar contra España, con la victoria sobre la denominada Armada Invencible de Felipe II, en 1585, patrocinó un grupo de corsarios, “los perros de Isabel”, que con indiscutible audacia continuaron las hostilidades en el Nuevo Mundo, además de reportarle pingues ganancias.
En la segunda mitad del siglo XVI, se verificaron las cada vez más frecuentes incursiones de “piratas” y “herejes” ingleses en las costas venezolanas, entre ellos: John Hawkins en 1564; Andrew Barker en 1576; George Gifford, conde de Cumberland, en 1593; Robert Dudley en 1594; Amias Preston en 1595; y, en 1596, Lawrence Keymis, Anthony Sherley, William Parker y el célebre Walter Relegh.
Quizás uno de los más impactantes ataques piratas a Venezuela, lo dirigió Amias Preston, con una flota conformada por los buques Ascension, Gift, Derling y Angel. En esa oportunidad, según lo relata Robert Davie, miembro de la tripulación, los ingleses tomaron las ciudades de Cumaná, Caracas y Coro, incendiando totalmente las dos últimas (mayo-junio de 1595).
José de Oviedo y Baños, en su Historia de la conquista y población de la Provincia de Venezuela (1723), confunde a Preston con Francis Drake y da el nombre de dos españoles referidos por Davie, el primero de apellido Villapando quien, a la manera de Efialtes de Tesalia, mostró el camino a los invasores; el segundo, Alonso Andrea de Ledesma quien, a la manera del Quijote, enfrentó a los ingleses hasta recibir la muerte con pesadumbre de los mismos ingleses que supieron reconocer en el anciano a un verdadero héroe.

Bibliografía

AA.VV., Diccionario de Historia de Venezuela. 4 tomos. Fundación Polar, 2ª edición. Caracas 1997.
COLÓN, Cristóbal, Diario de a bordo. Introducción, apéndice y notas de Vicente Muñoz Puelles. Rei Andes Ltda. Bogotá 1992.
GEORGET, Henry y Eduardo RIVERO, Herejes en el paraíso: Corsarios y navegantes ingleses en las costas de Venezuela durante la segunda mitad del siglo XVI. Traducciones de Jaime Tello. Biblioteca Nacional. Colección V Centenario del encuentro entre dos mundos (1492-1992, 1498-1998), número 7. Caracas 1994.

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